Para evitar un descontrol glucémico en los pacientes que viven con diabetes, educadoras en diabetes fomentan una correcta técnica de inyección de insulina, en caso de haber sido el tratamiento indicado por el médico tratante, ya que una insulinización temprana en algunos casos puede mejorar el pronóstico en la salud de los pacientes.
Ante esta situación, Arlette Ramírez, educadora en diabetes de BD Ultra-Fine explica que existe una amplia variedad de tipos de insulinas de acuerdo con su tiempo de acción, es decir, el inicio y el fin de su función en el cuerpo.
De tal manera que “todas las insulinas, sin importar la que cada paciente utilice para su tratamiento, deben depositarse en el tejido subcutáneo, sin llegar al músculo, ya que es a ese nivel de tejido donde la insulina se absorbe a una velocidad estable y funciona de una manera sostenida y predecible, lo que permite lograr los efectos esperados del tratamiento”.
Únicamente el médico tratante está autorizado para indicar qué tipo de insulina es adecuada para cada paciente de acuerdo con las necesidades individuales a cubrir de cada quién.
“De ahí parte mucho la importancia de evitar inyecciones intramusculares, ya que suponen un riesgo latente para el control glucémico de los pacientes debido al desfase en los tiempos de acción de las insulinas con los horarios establecidos previamente en el plan de cuidado de su diabetes para realizar algún ejercicio físico o ingerir sus alimentos”, agrega Ramírez.
Los principales riesgos a la salud relacionados con las indebidas inyecciones intramusculares de insulina son la constante variabilidad glucémica y la hipoglucemia inexplicable, es decir, sin motivo aparente.
Estas oscilaciones de la glucosa en sangre se encuentran asociados con el desarrollo de complicaciones derivadas de una diabetes mal controlada.
De acuerdo con los resultados nacionales de la ENSANUT 2018-19, las complicaciones más frecuentes derivadas de la diabetes mal controlada son el infarto al miocardio, la insuficiencia cardiaca, el infarto cerebral y la insuficiencia arterial en miembros inferiores.
Otras complicaciones como el daño renal y ocular ocurren varios años después de la aparición de la enfermedad.
¿Cómo se puede ayudar a evitar este panorama?
Una forma de evitarlo es administrar la insulina de manera correcta para aprovecharla al máximo y lograr así los resultados deseados.
Para ello, la educadora en diabetes Arlette Ramírez recomienda el uso de agujas ultra finas y cortas, de 6mm en jeringa convencional y de 4mm en dispositivos tipo pluma.
Así se obtendrá una experiencia de inyección más cómoda y menos dolorosa que fomentará la adherencia al tratamiento y se depositará la insulina en el tejido subcutáneo, que es donde debe actuar.
Concluye la experta que “para la mayoría de las personas, la insulina sigue siendo el tratamiento óptimo para el control de la diabetes”.
“Es preciso que esta terapia se lleve a cabo siempre bajo supervisión médica y equipo de profesionales de la salud, ya que el objetivo principal es que el paciente esté bien adiestrado para ser lo más independiente posible en su autocuidado y así lograr mejorar/mantener una buena calidad de vida”.
Datos a tomar en cuenta de la ENSANUT 2018-19 sobre la diabetes en México
- Desde el año 2000, la diabetes ha sido la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres.
- El 14.4% de los adultos mayores de 20 años viven con esta condición, siendo el porcentaje mayor de 30% después de los 50 años.
- La Federación Internacional de Diabetes estima que habrá 9 millones de personas con diabetes para el 2025.