Del 2015 a la fecha, el Instituto Nacional de Perinatología «Isidro Espinosa de los Reyes« (INPer), no ha registrado ninguna muerte materna, debido a la contribución de la obstetricia, especialidad encargada de la atención de los embarazos, partos y periodo de puerperio.
Al destacar lo anterior, el jefe del Departamento de Obstetricia del INPer, centro de tercer nivel que representa a México en el ámbito de la obstetricia, Mario Rodríguez Bosch, puntualizó que esta área de la medicina ha permitido la reducción de la morbimortalidad materna y perinatal, hecho sin precedentes en este Instituto, porque se dedica a atender embarazos complicados y de alto riesgo.En el Día Mundial de la Obstetricia, que se celebra hoy -31 de agosto-, se promueve la importancia de la labor de estos expertos para evitar la muerte de la madre y/o del bebé en la gestación y los primeros meses de vida del pequeño.
El especialista informó que en México se reportan alrededor de 2.5 millones de nacimientos al año; en lo que va del 2016, se registraron 447 fallecimientos de mujeres por complicaciones en el embarazo o durante el parto.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada minuto muere una mujer en el mundo por dificultades en alguna de las dos etapas mencionadas. Las defunciones se pueden evitar con las debidas atenciones de salud impartidas por las obstetras.
Subrayó que en el país la principal causa de muerte materna es debido a hemorragias obstétricas, 25%, y por preeclampsia, 18%.
Rodríguez Bosch indicó que hay otras patologías que se atienden en el Instituto como embarazadas con lupus y cardiopatías asociada a la gestación, que en circunstancias graves tienen muchas más probabilidades de fallecer en este periodo.
Destacó que en los casos de muy alto riesgo, el INPer se coordina con institutos como el de Cardiología para con llevar éxito a término el embarazo. Asimismo, se estrecha la relación entre obstetras y pacientes para dar confianza y seguridad a la futura madre.
Finalmente nos comenta que en el INPer se han puesto en práctica herramientas para monitorear no solo la evolución del trabajo de parto, sino de la madre y el feto durante su labor. Se trata de uno de los avances más importantes en la atención obstétrica moderna.