Es muy importante comenzar tu embarazo en las mejores condiciones de salud. Es tiempo de iniciar cambios de conducta saludables.
El embarazo es un estado natural y fisiológico para el cual, toda mujer está lista por naturaleza para concebir dentro de su período fértil. Cuando sea posible planificar la maternidad es bueno transmitirle esta inquietud al médico ginecólogo.
El crecimiento y posicionamiento laboral en los días actuales hacen pensar en la maternidad aún después de los 35 años, edad en la que ciertas enfermedades, algunas de ellas ginecológicas ya tienen implicaciones importantes como es el caso de la endometriosis y los miomas.
Al decidir embarazarse es recomendable que toda mujer se realice su examen ginecológico y mamario, el papanicolaou y la colposcopia, así como acudir a consulta con el médico para una evaluación general de la salud.
En casos de sobrepeso, una oportuna consulta al nutriólogo podrá ayudar en su control.
La importancia de la consulta preconcepcional radica en la promoción de la salud tanto materna como del futuro hijo, la evaluación del riesgo en el embarazo y otorgar soluciones a los riesgos o alteraciones que puedan detectarse.
Serán de atención especial aquellas futuras madres con diabetes, asma bronquial, enfermedades psiquiátricas, problemas cardíacos, trastornos renales, enfermedades tiroideas, hipertensión arterial, hepatitis crónica, VIH, enfermedades autoinmunes, enfermedades infecciosas, varices profundas, entre otras.
Es parte fundamental de la consulta preconcepcional la detección de aquellas parejas con posibilidades de transmitir enfermedades congénitas a sus hijos. Se consideran pacientes de mayor riesgo aquellos con anomalías cromosómicas conocidas o familiares en cualquiera de los integrantes de la pareja; las mujeres mayores de 35 años; quienes hayan tenido varios abortos espontáneos o muertes fetales; quienes tengan antecedentes de hijos con enfermedades o malformaciones genéticas, así como con alteraciones hereditarias; aquellas parejas con antecedentes familiares de trastornos mentales, distrofia muscular, hemofilia o fibrosis quística.
Como medidas generales se hará hincapié en los aspectos nutricionales pre concepcionales y durante el embazo, se restringirá el consumo de alcohol, drogas y tabaco, se recomendará el suplemento dietario con ácido fólico desde un mes antes hasta dos meses después del embarazo. Asimismo se deberá evitar la ingesta de medicamentos con acciones peligrosas o teratogénicas, entre otras medidas que es pertinente tener en cuenta para llevar a buen término este importante periodo en la vida de las mujeres.
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