De acuerdo con la Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo, elaborada por el Instituto Mexicano de la Juventud, se identificaron cerca del 15% de las jóvenes de entre 15 y 29 años ha experimentado al menos un incidente de esta naturaleza.
Una iniciativa presentada por los diputados Ricardo Mejía Berdeja, y Ricardo Monreal Ávila, propone que en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia se contemple la violencia en el noviazgo con lo que se busca garantizar a las mujeres seguridad y el ejercicio pleno de sus derechos humanos, además de proporcionar atención y asesoría a las víctimas, con el objetivo que favorezcan su empoderamiento y reparen el daño causado por dicha violencia.Mejía Berdeja puntualizó que el común denominador, y el aspecto más preocupante, es que las personas son incapaces de identificar la violencia como tal, es decir, creen que es natural que en una relación se llame a todas horas, se cele y se golpee “jugando”.
Indicó que esta clase de violencia presenta ciertos puntos de alarma como los apodos ofensivos, chantajes sentimentales, control de actividades e incluso prohibiciones, celos, caricias agresivas, golpes a manera “de juego”, forzar a tener relaciones sexuales e incluso incurrir en violaciones.
Por ello, consideró conveniente establecer en la Ley que la violencia en el noviazgo, “es aquella cometida de manera intencional, ya sea de tipo sexual, físico o psicológico, por parte de un miembro de la pareja contra el otro, en una relación de noviazgo con el objeto de controlar, intimidar, humillar, someter o dominar a la persona«.
Monreal Ávila, enfatizó que esta reforma contribuirá a alertar a las jóvenes sobre la violencia de la cual pueden ser objeto en sus relaciones, para prevenir y detenerla, ya que en el noviazgo se encuentran tan enamorados que idealizan a su pareja y son capaces de tolerar e incluso perdonar “los arrebatos”, pues piensan que si se tratan de esa manera es por amor.
Afirmó que es fundamental terminar con la invisibilidad que rodea a la violencia en el noviazgo, y dar apoyos institucionales y familiares a los jóvenes que han estado involucrados en situaciones conflictivas con sus parejas y que no saben cómo enfrentar o resolver esta situación.