Mayor atención a la violencia como problema de salud pública, en particular contra mujeres y niñas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que los ministerios de salud nacionales y los servicios de salud pública desempeñan una función fundamental a la hora de promover, inspirar y guiar la intervención multisectorial para prevenir la violencia y mitigar sus consecuencias a nivel mundial y nacional.
Los Estados miembros de la OMS anunciaron el pasado 24 de mayo del 2014, que trabajarán en fortalecer el papel de los sistemas de salud en abordar la violencia. La OMS desarrollará un plan de acción mundial para fortalecer este papel de los sistemas de salud dentro de una respuesta multisectorial para abordar la violencia interpersonal, en particular contra mujeres, niñas y niños.
En el mundo, cada año, cerca de 1.4 millones de personas pierden sus vidas por la violencia. Mujeres y niñas experimentan formas específicas de violencia que se suelen esconder. En el mundo, una de cada tres mujeres ha experimentado alguna forma de violencia física o sexual al menos una vez en su vida.
Dentro de la resolución A67/22 “Afrontar el problema mundial de la violencia, en particular contra las mujeres y las niñas“, se expone que las mujeres se ven especialmente afectadas por la violencia dentro de la pareja y la violencia sexual fuera de la pareja, y de acuerdo a cifras presentadas por la OMS las mujeres de todo el mundo que ha experimentado esas formas de violencia alcanza el 35%.
Las mujeres y las niñas también son víctimas de otras formas de violencia, como los asesinatos cometidos en nombre del honor o los relacionados con la dote, el matrimonio precoz y el matrimonio forzoso, la trata de personas con fines sexuales y la mutilación genital femenina.
Para hacer frente a la violencia, en particular contra las mujeres y las niñas, es necesario contar con la participación activa de varios sectores dentro y fuera de la administración pública. La OMS explica que los ministerios de salud nacionales y los servicios de salud pública desempeñan una función fundamental a la hora de promover, inspirar y guiar la intervención multisectorial para prevenir la violencia y mitigar sus consecuencias a nivel mundial y nacional.
Al estar en contacto directo con las personas afectadas por la violencia y sus múltiples consecuencias, el sector sanitario puede desempeñar un papel fundamental en la prestación de servicios a los supervivientes de la violencia, la recopilación y difusión de datos y pruebas empíricas sobre en la magnitud, los factores de riesgo y las consecuencias de la violencia, y la formulación de estrategias de prevención y respuesta eficaces mediante la investigación y la generación de información fáctica.
Además, la OMS y los ministerios de salud pueden desempeñar una función primordial a efectos de promover que se preste una mayor atención a la violencia como problema de salud pública. Aunque los programas y servicios de prevención de la violencia basada en hechos observables están razonablemente consolidados en algunos países de ingresos altos, muchos países de ingresos medios están empezando a examinar de forma sistemática las distintas medidas de prevención y los distintos servicios por los que se puede optar, mientras que la mayoría de los países de ingresos bajos disponen de programas y servicios de prevención muy circunscritos.
Referencias
- Afrontar el problema mundial de la violencia, en particular contra las mujeres y las niñas A67/22 http://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/WHA67/A67_22-sp.pdf
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