¿Cuántas veces hemos recurrido al pan como nuestro gran aliado en la vida? Nadie puede resistirse a la experiencia de su crocante corteza, de su dulce costra, de su embriagante fragancia que al degustarlo nos arrebata una sonrisa llena de placer, nos reconforta en los momentos difíciles, nos acompaña en los largos viajes y ¡hasta nos cura del susto!
El pan ha sido uno de los alimentos que ha acompañado a la humanidad a lo largo de su proceso evolutivo. O al menos así lo demuestran unas migas de pan chamuscadas de hace 14,400 años encontradas en el Desierto Negro de Jordania.
Harinas o cereales
Este descubrimiento fue clave para confirmar las hipótesis sobre la creación de la agricultura, lo que nos sugiere que el consumo de harinas es anterior al cultivo de los cereales.
Además, al ser un alimento tan antiguo, ha estado presente en la evolución de los ámbitos económicos, productivos y culturales de múltiples sociedades a lo largo del tiempo.
Un legado de culturas antiguas
De harinas de trigo, cebada, maíz, arroz, de pulque, claras de huevo, con levaduras y sin ellas, el pan está presente desde los momentos más cotidianos de nuestro día a día hasta las ceremonias más sagradas; símbolo de abundancia, compromiso, amor y solidaridad, es un legado que nos han dejado las culturas antiguas y que ahora podemos disfrutar en su máximo esplendor.
Los nutricionistas recomiendan que para que una dieta sea equilibrada necesita que al menos el 50% de las calorías ingeridas provengan de los hidratos de carbono, los cuales se encuentran en el pan. (https://mundopan.es/que-nutrientes-vitaminas-contiene-pan-blanco-integral/).
El Consejo Europeo de Información Alimentaria (EUFIC) menciona que el pan es un alimento básico muy nutritivo pues proporciona energía en forma de carbohidratos y nutrientes esenciales, fibra alimentaria y fitoquímicos. (https://www.eufic.org/es/vida-sana/articulo/el-pan-un-alimento-basico-muy-nutritivo/).
De acuerdo con la OMS, el pan es un alimento básico dentro del grupo de los cereales en una dieta sana y equilibrada. Entre sus principales nutrientes encontramos la vitamina B, la tiamina y el folato, minerales como el zinc, magnesio y hierro.
Harinas ¿saludables?
Debes tomar en cuenta que la calidad nutricional de cada pieza de pan depende del tipo de harina con la que se elabore.
De tal forma que la harina integral es más rica en micronutrientes que la harina blanca por lo que los panes integrales, además de contener más fibra, incrementan sus vitaminas y minerales.
La Cámara Nacional de la Industria Panificadora en México recomienda que hagas tu propio pan para adaptarlo a tus necesidades nutricionales.
Por ejemplo, si eres una persona que vive con diabetes deberás usar harinas integrales que no alteren la glucosa en la sangre, siendo la harina de centeno la mejor opción. (https://www.canainpa.com.mx/)
Nutrientes
Es importante que tomes en cuenta que si bien los cereales forman parte del Plato del Bien Comer y una dieta saludable, su calidad nutricional depende de los ingredientes con el cual se elabore.
Así tenemos diferentes tipos de pan: blanco, dulce, de repostería o pastelería, todos tienen sus pros y contras y puedes incluirlo como parte de una alimentación equilibrada.
Pero recuerda que si vives con alguna condición de salud crónica como obesidad, sobrepeso, diabetes, hipertensión u otras, lo mejor será que consultes con tu médico o nutriólogo sobre la conveniencia de incluirlo en tu dieta diaria.