Todas las disfunciones de la vida sexual tienen tres causas básicas: biológica, psicoafectiva y sociocultural. La biológica es la que tiene que ver con nuestra naturaleza personal, la psicoafectiva con los rasgos de nuestra personalidad, y la sociocultural que tiene que ver con la negación del derecho al placer, con la idea de que el placer erótico es sólo para las mujeres malas.
“No es que así nos lo enseñen, sino que con modelos comportamentales, con actitudes en la vida cotidiana, se va reforzando esa noción que anestesia el cuerpo para la experiencia placentera. Por eso la anorgasmia es más frecuente en las mujeres”, Dr. David Barrios, médico, psicoterapeuta existencial-humanista y sexólogo clínico.
“No quiere decir que los hombres no tengan esta clase de problemas, pero en realidad es un problema más frecuente en la salud femenina”.
Se sabe que la anorgasmia está presente en el 40 por ciento de la población urbana y 70 por ciento de la población rural.
Acudir a una terapia sexual provee de elementos positivos para revertir la anorgasmia. El tratamiento tiene que ver con la atención de la causa inicial y la terapia sexual activa.
“Existen muchos mitos en torno al orgasmo, que llevan a la idea de que ésta es una experiencia mística. Muchas personas experimentan sensaciones y placer pero no alcanzan lo que han escuchado que es un orgasmo. Entonces, hay que aclarar que entendido fisiológicamente, el orgasmo es una serie de contracciones musculares acompañadas de la sensación subjetiva de placer. Pero es variable de mujer a mujer.
Quizá en un inicio es una sensación desconcertante, pero lo que sí tiene que estar claro es que no hay un modelo específico de orgasmo, que lo que se repite es esa sensación de placer. No hay que caer en la tiranía, ni en la dictadura del orgasmo, que se vuelva algo obsesivo”, explica el Dr. Barrios.
Así, el especialista comenta en exclusiva para Plenilunia, que cuando de orgasmos hablamos vale la pena tomar en cuenta que:
- No se tiene que tener un orgasmo en cada encuentro erótico.
- Vale la pena buscar placer y hacerlo por distintos caminos.
- El orgasmo está asociado a la experiencia autoerótica. Si las mujeres no conocen su cuerpo en la pubertad, suelen ser anorgásmicas en la adultez.
En todo esto la aceptación del cuerpo es esencial, así que un ejercicio que nos recomienda el Dr. Barrios para aprender a conocernos es el siguiente:
- Se trata de una actividad solitaria en la que lo primero que tienes que hacer es observarte en un espejo que te permita verte completa.
- Una vez frente a él, obsérvate toda: sobre todo los lugares que normalmente no visualizas.
- Usa un espejo de mano, como los de maquillaje, para poder ver todas tus cavidades, boca, ano, vulva.
- Toca tu cuerpo con distintas intensidades para apreciar la tersura de la piel en diferentes partes de tu cuerpo.
- Recuerda que no hay nadie más experta en ti, que tú misma, así que si aprendes a conocerte y a tocarte, tu encuentro con la pareja será mucho más pleno.