Recordemos que desde la infancia se tiene la capacidad física y psíquica para experimentar placer. La masturbación infantil es saludable, no causa daño físico ni psicológico.
Debemos considerar como un comportamiento sano que niños y niñas de la misma edad experimenten juegos sexuales con sus iguales; ya que es parte de su desarrollo normal. Asimismo, estos juegos deben tener como base el mutuo consentimiento en beneficio del respeto de la individualidad de cada niño o niña.
Si uno de los niños no desea o no quiere el juego, entonces es conveniente decirle al niño (que quiere el juego) que no puede obligar al otro a hacer algo que no quiere, que debe respetar cuando alguien no quiere jugar.
En los casos en que un niño o una niña se masturbe en público, se sugiere decirle que éste es un comportamiento que debe hacerse en privado, por lo que no debe hacerlo frente a sus compañeros.
Hay ocasiones en las que la masturbación infantil nos puede estar mostrando otros aspectos del niño o la niña. Se ha visto que, en determinados casos, la masturbación puede ser una vía en que niños y niñas “compensan” sus carencias afectivas por parte de los adultos, o también se ha comprobado que pueden ser formas de expresar niveles importantes de angustia.
Sobra decir que no se resolverá una posible problemática de fondo prohibiendo esta conducta al niño o a la niña. Sin embargo, se pueden detectar problemas de falta de afecto o de angustia que requieren del apoyo de algún psicólogo o psiquiatra infantil.
Referencias
- Manual para la acción: Prevención de abuso sexual de niñas y niños. Una perspectiva con enfoque de Derechos, patrocinado por Pfizer, México 2007.