Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la neumonía es un tipo de infección respiratoria aguda que afecta los pulmones; éstos están formados por pequeños sacos que en las personas sanas se llenan de aire al respirar. Los alveolos de los enfermos de neumonía están llenos de pus y líquido, lo que hace dolorosa la respiración y limita la absorción del oxígeno.
La inmunización o vacunación es sin duda la mejor forma de proteger a tus hijos de enfermedades que pueden ocasionarle secuelas
Diversos agentes infecciosos causan esta enfermedad, entre los cuales destacan:
- Streptococcus pneumoniae: la causa más común de neumonía bacteriana en niños.
- Haemophilus influenzae de tipo b (Hib): la segunda causa más común de neumonía bacteriana.
- El virus sincitial respiratorio es la causa más frecuente de neumomía vírica.
- Neumocystis jiroveci es una causa importante de neumonía en niños menores de seis meses con VIH/SIDA, responsable de al menos uno de cada cuatro fallecimientos de lactantes seropositivos al VIH.
La neumonía puede propagarse por diversas vías. Los virus y bacterias presentes comúnmente en la nariz o garganta de los niños, pueden infectar los pulmones al inhalarse. También pueden propagarse por vía aérea, en gotículas producidas en tosidos o estornudos. Además, la neumonía puede propagarse por medio de la sangre, sobre todo en el parto y en el período inmediatamente posterior.
La mayoría de los niños sanos pueden combatir la infección mediante sus defensas naturales, pero los niños inmunodeprimidos presentan un mayor riesgo de contraer neumonía. El sistema inmunitario del niño puede debilitarse por malnutrición o desnutrición, sobre todo en lactantes no alimentados exclusivamente con leche materna.
Aunque el padecimiento afecta a personas de cualquier edad, los niños pequeños, los adultos mayores y las personas con ciertas enfermedades crónicas –como diabetes, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), y quienes fuman– tienen un mayor riesgo de contraer neumonía. Estos grupos son más propensos a experimentar síntomas prolongados, graves y requerir hospitalización. En México, 80% de los pacientes no la requieren y su mortalidad es baja (1%); sin embargo, el 20% restante sí necesita tratamiento intrahospitalario, con una mortalidad del 12%, cifra que aumenta cuando se necesitan cuidados intensivos.
La presencia previa de enfermedades como sarampión o infecciones de VIH asintomáticas también aumentan el riesgo de que un niño contraiga neumonía. Los factores ambientales siguientes también aumentan la susceptibilidad de los niños a la neumonía:
- La contaminación del aire interior ocasionada por el uso de biomasa (como leña o excrementos) como combustible para cocinar o calentar el hogar.
- Vivir en hogares hacinados.
- El consumo de tabaco por los padres.
La neumonía causada por bacterias puede tratarse con antibióticos. El antibiótico de elección es la amoxicilina en comprimidos dispersables. La mayoría de los casos de neumonía requieren antibióticos por vía oral los cuales suelen recetarse en centros de salud. Estos casos también pueden ser diagnosticados y tratados con antibióticos orales baratos a nivel comunitario por los trabajadores de salud comunitarios capacitados. Se recomienda la hospitalización solamente en los casos graves.
Referencias
- Guías de la Organización Mundial de la Salud: Neumonía; noviembre 2015.