“Cuando empezó todo esto nadie se lo esperaba ni se lo imaginaba así, yo pensé que era algo que iba a terminar rápido, pero cuando en marzo pasado nos avisaron que los Juegos se postergarían, entendí que se trataba de un problema grave”, relató Daniela Eugenia Velasco Maldonado.

La también exalumna de la Facultad de Ciencias manifestó que esa noticia fue difícil, porque como atleta ya tenía lista la planificación y el trabajo para llegar al máximo en el verano de 2020.

Adaptando entrenamiento

“Tuvimos que cambiar la capacitación física y mental, porque estabas a tope y de pronto te dicen que no competirás; asumí que las situaciones cambian, pero lo tomé como una oportunidad, y tengo un año más de preparación. El espacio de lo que había pensado lo utilizo para mejorar, para llegar mejor de lo que había pensado”, abundó.

Velasco Maldonado parece zigzaguear a la COVID-19, y se prepara en diversos sitios. “Estoy entrenando en varias partes, adaptándome a los horarios y a los lugares que están abiertos e improvisando con una bandita (caminadora) que tengo en mi casa, hago algunas sesiones, y otras las hago en el Parque Bicentenario y en otra pista del Deportivo Miguel Alemán, en Lindavista”.

Parte de la carga de trabajo también la realizó en casa para robustecer la fuerza y procuró salir lo menos posible. “Aun cuando no corrí por varios meses a causa de la emergencia sanitaria, a veces me dedicaba a subir y bajar escaleras”.

Ante el embate de una ola consecuente de SARS-CoV-2, Daniela está consciente de que la realización de la máxima justa deportiva podría realizarse sin público, por primera vez en su historia.

“A mí me gusta mucho que haya aficionados. Para cualquier atleta es emocionante llegar a un estadio lleno, sería muy fuerte competir en silencio porque a todos los deportistas nos motiva que nos sigan y nos alienten; sería triste, pero si es por la salud de todos, se haría de esa manera”, expresó.

Atleta de la inclusión

Lo advirtió hace más de seis años: “atreverse es el principio”. Y así ha sucedido: medallista paralímpica, campeona Parapanamericana que incursionó en pruebas de 400, 800 y ahora hasta mil 500 metros, hasta ser imagen de la campaña de una empresa deportiva mundial, identificada con una “palomita”.

Por lo pronto, Daniela Velasco entrena con su guía César Belman. “Lo que más me gustaría como atleta es estar ahí, en la final olímpica peleando por las medallas, eso sería lo ideal para mí. Estuve en Londres 2012, y Río de Janeiro en 400 metros, pero ahora voy a 1,500, espero estar ahí”, anheló.

Velocidad en equipo

En 2020 recibió la Presea Estado de México. Denominación al Deporte. “Filiberto Navas Valdés”, máximo galardón que otorga dicha entidad a las y los mexiquenses que por su labor han transformado la historia del estado.

“Es también una adaptación psicológica y al principio era eso lo que más me costaba trabajo, cuando corría 400 no imaginaba nada; en mil 500, te da tiempo de pensar”, indicó.

Para una atleta con discapacidad visual su guía es vital: “porque no alcanzo a distinguir los carriles de la pista y a las competidoras; sin él, no podría desplazarme por el tartán, llevar mi carrera con el máximo esfuerzo”.

Cambio de carril

Tras concluir su educación media superior en la Escuela Nacional Preparatoria No. 9 “Pedro de Alba”, Daniela Velasco cursó el primer semestre de la licenciatura en Física en la Facultad de Ciencias (FC) de esta Universidad.

“Me encantó desde el primer día, una de las cosas que se me complicaron fue entender calculo diferencial, geometría analítica, y algebra, fue demasiada la carga académica para combinarla con mi actividad deportiva”, relató.

Trayectoria

Inspirada en la faceta deportiva de Ana Gabriela Guevara, en 2011, Daniela Velasco acudió a sus primeros Juegos Parapanamericanos, en Guadalajara; donde obtuvo 2 medallas de bronce, y una de plata en los 100, 200 y 400 metros planos, respectivamente.

Al año siguiente fue medallista de bronce en la prueba de los 400 metros categoría T12 en los Juegos Paralímpicos de Londres; además de recibir el Premio del Deporte de la Ciudad de México 2012, otorgado por el entonces Instituto del Deporte del Distrito Federal, en convenio con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte.

En los Juegos Parapanamericanos de 2015, en Toronto, Canadá, logró medalla de oro en los 800 metros categoría T12, con un tiempo de 2:16.89 que representó un record americano.

En 2016 acudió a Río de Janeiro, Brasil, a sus segundos Juegos Paralímpicos, donde fue finalista en los 400 metros. Mientras que en 2019, ya en la prueba de mil 500 metros, se convirtió en campeona Parapanamericana en la categoría T12-13, en Lima, Perú[.]