En México y en América Latina, erradicar la discriminación y violencia contra las mujeres es uno de los más grandes desafíos que enfrentan las democracias de la región, pues de ello depende garantizar la vigencia plena de los derechos de más de la mitad de la población: las niñas y mujeres, señaló Pablo Navarrete Gutiérrez, Coordinador de Asuntos Jurídicos del Instituto Nacional de las Mujeres.
[recuadro]Datos de interés
- 7 de cada 10 mujeres ha experimentado un acto de violencia.
- Solamente el 11% de las mujeres que sufrieron algún incidente de violencia lo denunciaron.
- 32 entidades federativas tienen ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia.
- 31 entidades federativas han tipificado como delito el Feminicidio, sólo falta Chihuahua.
[/recuadro]
Durante su participación en el Seminario Internacional a 20 años de la Convención Belém do Pará, celebrado en Montevideo, Uruguay, el funcionario federal señaló que así como la violencia contra las mujeres es un fenómeno global, de la misma forma debemos responder y poner en práctica experiencias exitosas que se hayan dado para combatir exitosamente este flagelo. Es inconcebible seguir hablando de democracia si más de la mitad de la población de nuestros países continúa sumida en la desigualdad, exclusión, discriminación y violencia, señaló.
Manifestó que en el caso de México la violencia contra las mujeres se está enfrentando con una política de Estado capaz de revertir los patrones estructurales y culturales que han alimentado y perpetuado la discriminación y violencia contra las mujeres.
En este sentido destacó la importancia de que por primera vez en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 se haya establecido la perspectiva de género como eje transversal del quehacer del Estado mexicano, lo que ha permitido fomentar un proceso de cambio cultural al interior de las instituciones del Estado que ahora están obligadas no sólo a pensar, sino a actuar en “clave de género” es decir, tener presentes el impacto diferenciado que las políticas públicas tienen sobre las mujeres y sus derechos.
Destacó los avances legislativos que se han dado en nuestro país para garantizar a las mujeres una vida sin violencia, la creación de instituciones específicas para proteger los derechos de las mujeres en los presupuestos etiquetados para mujeres y la igualdad de género, entre otros avances. Unos de los aspectos relevantes que señaló en su intervención fue el impacto positivo y la profunda vocación transformadora que tuvo para nuestro país la adopción de la Convención Belém do Pará cuyos preceptos se han reflejado no sólo en las leyes, sino también en las políticas públicas.
También habló de los principales desafíos que enfrentamos para garantizar el derecho a vivir libres de violencia, entre los que se encuentran pasar de la consagración a la implementación de las leyes a favor de las mujeres, continuar los procesos de armonizaron legislativa con perspectiva de género y trabajar con los generadores de la violencia, entre otros.
Durante el seminario se reconoció la vasta experiencia e importantes logros y avances que en materia de combate a la violencia contra las mujeres se han impulsado en México, que lo ubican como país ejemplo a seguir en la región de América Latina.
Este seminario internacional se desarrolló en cumplimiento al acuerdo tomado en la Quinta Conferencia de los Estados Parte del MESECVI, en el marco de la conmemoración de los 20 años de adopción de la Convención Belém do Pará para medir el cumplimiento de su implementación en la región.