Un estudio internacional elaborado por 2 investigadoras de la Universidad Pompeu Fabra y Abu Dhabi University, en la educación empresarial actual no se ayuda a los estudiantes a entender lo que los motiva.
Muchos responsables politicos e instituciones educativas esperan impulsar a sus economías estimulando las intenciones emprendedoras de los estudiantes.
Pero hasta ahora, la mayoría de las investigaciones concluían que la educación en emprendimiento podría aumentar estas intenciones al mejorar la imagen que los estudiantes tienen del espíritu emprendedor como una opción profesional, y vean cómo su entorno los puede ayudar a convertirse en emprendedores; o aumentar su autoconfianza con respecto a sus habilidades emprendedoras.
Sin embargo, estudios recientes demuestran que incluso si se logran estos propósitos, las intenciones emprendedoras de los estudiantes a menudo no crecen.
Proyecto internacional
Anne van Ewijk, profesora asociada de administración de Abu Dhabi University; y Wiebke Weber, subdirectora del Centro de Investigación y Asesoramiento de Metodología de Encuesta (RECSM) del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF; lanzaron un proyecto internacional, que ha involucrado a varias universidades en 9 países de 6 continentes diferentes:
- Argentina
- Australia
- Bélgica
- Finlandia
- Kenia
- Malasia
- Países Bajos
- Unión de Emiratos
- Estados Unidos
El articulo ha sido publicado recientemente en la edición en línea de la revista Journal of Business Venturing Insights, especializada en investigaciones relacionadas con fenómenos emprendedores.
Dinámica alternativa en la educación de las intenciones emprendedoras
Como parte de los resultados de este proyecto, las investigadoras confirmaron una dinámica alternativa en la educación de las intenciones emprendedoras: “Los estudiantes toman decisiones más marcadas a favor o en contra del emprendimiento cuando son muy conscientes de lo que quieren en la vida“, afirman. Y añaden: “Desafortunadamente, los cursos de emprendimiento incluidos en el estudio, en promedio, no ayudaron a los estudiantes a comprender mejor sus objetivos vitales“, una habilidad que tampoco se incrementaba mucho con una edad más avanzada ni con un nivel de estudios más alto.
Según las autoras, cuando los formadores facilitan el conocimiento de estos objetivos vitales, mejorarán el “efecto de clasificación” (mediante el cual los estudiantes se convencen de si ser emprendedor es apropiado para ellos o no): “De esa manera, la formación emprendedora contribuirá a la selección de aspirantes a emprendedores que estén mejor motivados“, aseguran.
Un primer paso a un nuevo concepto
Este estudio es un primer paso hacia un nuevo concepto de qué medir y valorar en estudios sobre la formación de intenciones emprendedoras en la educación; y las variables de los modelos de intención dominantes. Futuros estudios con muestras más amplias, podrían ampliar estas conclusiones con más información de lo que sucede dentro y fuera de las aulas; o investigando la resolución de posibles conflictos de objetivos a cargo de futuros emprendedores[.]