En el marco de la quinta reunión de la Comisión Lancet sobre el cáncer y los sistemas de salud conversamos con la Dra. Felicia Knaul, directora del Instituto de Estudios Avanzados para las Américas de la Universidad de Miami y co-presidenta de la Comisión Lancet sobre Cáncer y Sistemas de Salud respecto a la importancia de abordar la situación del cáncer en México, y las acciones que se pueden tomar para mejorar la situación. Aunque el panorama es desafiante, nos asegura que existen muchas oportunidades para mejorar la salud pública en México en el futuro.
Lo que perdimos durante la pandemia
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto devastador en todo el mundo, especialmente en la atención médica. Pero para las personas con cáncer, los desafíos son aún mayores. En México, la situación es particularmente preocupante, ya que se enfrenta al doble desafío de diagnosticar a la mayoría de las mujeres con cáncer de mama en etapas tardías y enfrentar la pandemia de COVID-19. A medida que el sistema de salud se satura con pacientes no diagnosticados, la detección temprana del cáncer se vuelve más difícil, lo que a su vez retrasa el tratamiento y aumenta los riesgos.
La Dra. Felicia Knaul nos comenta la importancia de abordar la situación del cáncer en México, especialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19. Menciona que a nivel mundial, las personas con cáncer activo perdieron mucho durante la actual pandemia, y en México se enfrenta el desafío adicional de diagnosticar a la mayoría de las mujeres con cáncer de mama en etapas tardías.
La enfermedad de COVID-19 ha agravado la situación, ya que ha retrasado aún más el diagnóstico del cáncer y ha saturado aún más el sistema de salud con pacientes no diagnosticados. Aunque se ha observado una disminución en el número de casos detectados durante la pandemia, este fenómeno no refleja una disminución real en la prevalencia del cáncer, sino una disminución en la detección.
Situación en México
Nos detalla que en México, alrededor del 60-70% de las mujeres son diagnosticadas en etapas avanzadas de la enfermedad, y la pandemia ha agravado aún más esta situación. Comenta que algunas personas con bajos ingresos que sobrevivieron al COVID-19 fueron diagnosticadas con cáncer. Agrega que aunque el número de casos detectados por año se ha normalizado, se redujo en un 30-50% durante la pandemia debido a la falta de detección temprana. Esto nos sugiere que el COVID-19 ha tenido un impacto indirecto en la detección temprana del cáncer que podrían haber pasado desapercibidos.
Lamenta que el gobierno haya eliminado el seguro popular, lo que en su opinión considera ha dejado al país en una situación vulnerable en términos de cobertura de salud, especialmente para pacientes con cáncer. Por lo que nos enfatiza la importancia de la defensa de sus derechos a la salud de los pacientes y en la necesidad de aumentar la conciencia y la demanda de atención médica.
Existen muchas oportunidades para mejorar la salud pública en México en el futuro
Respecto a las acciones que podemos realizar nos comenta que cree que hay una serie de acciones de corto plazo que se pueden hacer para mejorar el acceso a medicamentos para el cáncer y el control del dolor. En particular, sugiere trabajar con la Organización Panamericana para la Salud para mejorar la compra de medicamentos. Además, cree que México puede volver a tener un sistema de salud de calidad que garantice a las personas con cáncer y a todos los pacientes una protección financiera. Para lograr esto, nos sugiere trabajar con los tomadores de decisiones y defensores de los derechos a la salud, como senadores y congresistas, y ONGs como Tómatelo Pecho A.C. y Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer, IAP (AMANC)[.]