Una de las principales causas de estrés psicosocial en los niños es la posibilidad de convertirse en víctimas del acoso escolar –bullying– en este regreso a clases, toda vez que cualquier motivo para percibir a un infante con rasgos “diferentes” es un factor de vulnerabilidad, principalmente por una característica física como la baja estatura por falta de hormona de crecimiento, y esto empeora si su autoestima no se encuentra fortalecida.
Así lo dio a conocer en conferencia de prensa el Doctor Armando Blanco, Endocrinólogo Pediatra por el Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, quien agregó que “los niños pasan la mayor parte de su tiempo en el colegio, así el rendimiento escolar se puede considerar como una importante medida de su ajuste psicosocial”.
Niños con déficit de hormona de crecimiento, estudiados antes de recibir tratamiento presentaron fallos en su rendimiento escolar sin relacionarlo con la puntuación del coeficiente intelectual, basado en sus expedientes académicos.
Además, padres y profesores refirieron que su trabajo se vio con frecuencia interferido por las características de su personalidad como son una pobre concentración, escasa atención y alteraciones en el comportamiento, intentando ser el centro de la clase.
El experto también puntualizó que adicional a las características físicas, para lograr un fortalecimiento de la autoestima de los niños, se deberán considerar las condiciones familiares y sociales en que se desarrolla, preguntar sobre sus actividades físicas, su comportamiento, aprovechamiento escolar y horario de sueño, así como el tipo de trabajo y la relación afectiva entre los padres: “La familia constituye el núcleo esencial en que el niño recibe atención, cuidados y afectos necesarios para que su crecimiento y desarrollo sean normales”.
“Los adultos suelen tratar a los niños de acuerdo con la edad que aparentan y no la que realmente tienen”, comentó el experto. “En el caso de los niños con talla baja, es común que su sentido de autonomía se vea mermado al ser comparados con otros niños de su misma edad –dada la maduración tardía de sus rasgos físicos- y que esto conlleve a que sus padres o profesores los sobreprotejan, situación que los hace aún más vulnerables al bullying -acoso escolar-”.
Un retraso en el diagnóstico de talla baja puede ocasionar el detrimento no solo de la talla final sino de su salud integral por la falta de un tratamiento oportuno. “De ahí la importancia de mantener una estrecha comunicación entre padres e hijos, para detectar cualquier caso de maltrato psicológico o físico por parte de los compañeros, así como acudir con un especialista en endocrinología pediátrica y considerar la posibilidad de iniciar un tratamiento con hormona de crecimiento humana recombinante que pudiera apoyar en el desarrollo ideal del niño”, finalizó el Doctor Blanco.
Referencias
- Pollit E, Money J. Studies in the psychology of dwarfism. Intelligence quotient and school achievement. J. Pediatr., 64: 415-421, 1964.