A diferencia del resto del año, el 2 de noviembre, se hace a un lado el duelo y las emociones por la pérdida de su ser querido, nos explica Michelle Charlier Kuri, Jefa del Servicio de la Unidad de Salud Mental del Hospital Juárez de México.
En entrevista, la especialista indicó que, aunque en México se celebra el Día de Muertos, para la población es difícil hablar sobre la muerte y aceptarla como un proceso natural, en especial cuando hay un familiar gravemente enfermo o es reciente el fallecimiento de una persona cercana.
“Se deja de ver a la muerte como un evento catastrófico y nos damos permiso de estar contentos, de comer calaveritas de chocolate y recordar lo bonito. Por eso, los altares están elaborados con la comida, bebida o cosas que le gustaba a esa persona”.
La doctora Charlier Kuri refirió que pasada la celebración, salvo fechas especiales no se acude al cementerio, porque es difícil para las familias aceptar la pérdida; no se quiere revivir una situación que causa dolor.
“Es muy difícil enfrentarnos a las emociones y a la realidad, por eso evadimos hablar sobre la muerte y lo convertimos en un tema tabú, especialmente con los adultos mayores. Incluso cuando ellos mismos expresan que sienten cercana la muerte”.
Ante la muerte, explicó, entramos en un proceso de negación. Pensamos que eso no nos va a pasar ni tampoco a nuestra familia. Por eso no se quiere mencionarlo, incluso cuando tenemos un familiar enfermo, lo último que se toca es el tema de la muerte.
En su oportunidad, la especialista en Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia, de los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP) de la Secretaría de Salud, Clarisa Villaseñor Robledo, recomendó hablar con niñas y niños sobre este proceso de la vida.
Es importante, dijo, enseñarles que “la muerte es un proceso universal e irreversible, y no manejarles conceptos como el que la persona está dormida o se fue de viaje, ya que al confrontar la realidad pueden crear en ellos inseguridades y miedos”.
Destacó la importancia de involucrar a niñas y niños en esta tradición, explicándoles el porqué del ritual y la visita a los panteones.
Finalmente la especialista indicó estas fechas pueden afectar cuando no se supera la etapa emocional y se acepta que la vida cambia y sigue sin la persona que falleció[.]