En las celebraciones del “Día de Muertos” en México, el pan es uno de los elementos tradicionales que no puede faltar para recordar a los seres queridos y se estima que 8 de cada 10 mexicanos compra “pan de muerto” para colocarlo sobre la ofrenda o para comerlo con chocolate caliente, de acuerdo a la empresa global de datos Kantar.
Una encuesta realizada por el portal de estadísticas Statista, consultada por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), señala que en México, aproximadamente el 94% de las y los entrevistados afirmaron consumir pan de muerto. Hoy se pueden encontrar diferentes opciones, entre las que destacan el tradicional, de ajonjolí, con algún relleno y tipo gourmet, elaborados con harina de trigo y azúcar como sus principales ingredientes.
La venta de este tipo de pan en las tiendas de autoservicio representa el 13% de las ventas de pan durante la temporada, en tanto que los días en los que más se compra son del 27 de octubre hasta el 1 de noviembre, siendo las presentaciones individuales las más buscadas, destaca un estudio realizado por la empresa de información, datos y medición de mercados, Nielsen [1].
Y si bien este producto es tan popular en la mesa de las y los mexicanos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) alerta que una porción de pan de muerto tradicional (100 gramos) contiene 53.2 gramos de carbohidratos; 17.7 gramos de grasas; 36 miligramos de colesterol; 329 miligramos de sodio y 417 kcal, y si se acompaña de una taza de leche con chocolate, se suman otras 200 kcal [2].
La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, recomienda un aporte de 2,000 a 2,500 kcal al día para el hombre y de 1,500 a 2,000, para la mujer, ya que el consumo en exceso de carbohidratos en alimentos con altos contenidos de almidón o azucarados puede incrementar la cantidad de calorías totales, y llevar a un aumento de peso.
Asimismo, los especialistas asocian el consumo elevado de azúcares con diversas patologías, como obesidad, alteraciones hepáticas, diabetes, enfermedad cardiovascular, hígado graso, entre otras, y recomiendan hábitos de vida saludables y una dieta equilibrada.