Es necesario crear una nueva legislación que garantice la equidad de género en las labores productivas e impulsar políticas públicas eficientes en el tratamiento de la pobreza, afirmó el diputado Juan Bueno Torio durante la presentación del libro “Mujeres, pobreza y salud mental”, escrito por Isabel Bueno Lázaro.
[/media-credit] Continúa rezago y marginación de mujeres a pesar de destinar cuantiosos recursos para abatirlos: Bueno Torio
Puntualizó que el libro da una directriz de hacia dónde se debe orientar el compromiso. “Tenemos comisiones en la Cámara de Diputados que ven el tema de la pobreza y de la equidad de género, pero seguimos teniendo mujeres que hacen el mismo trabajo que los hombres por menos paga”, apuntó.
Lamentó que los esfuerzos de los gobiernos federal, estatal y municipal para abatir con cuantiosos recursos el rezago y la marginación del país “no hayan sido suficientes”, pues el crecimiento de la pobreza está presente, así como el atraso de las mujeres y la equidad en el desarrollo.
Destacó la relevancia de esta coedición de la Cámara de Diputados y el grupo librero-editor MAPorrúa, ya que plantea las razones de la pobreza, tales como la falta de acceso a mejores condiciones de vida, educación salud y alimentación.
La autora, Isabel Bueno Lázaro, indicó que es impostergable crear políticas públicas educativas con enfoque de género que cambie la creencia de que la mujer nace para el bienestar de otros, y leyes que fortalezcan a los institutos de las mujeres para que sus recomendaciones sean atendidas de manera obligatoria.
Señaló que al menos 40% de los hogares mexicanos están dirigidos por mujeres solas, con niños menores de 10 años a su cargo.
Añadió que 70% de pobres en el mundo, México incluido, son mujeres, y las de edad avanzada constituyen el mayor grupo en el desempleo y la indigencia. De las que trabajan, agregó, menos de 6% ocupa cargos de alta dirección.
Según la Organización Internacional de Trabajo (OIT), la mayoría de las personas que viven en el mundo por menos de un dólar diario son mujeres y de 100 millones de menores que nunca han ido a la escuela, 60 millones son niñas. Enfatizó la importancia de su acceso a la educación, pues por cada año de escolaridad que obtengan, el ingreso de las mujeres aumenta de 5 a 11% y evita la muerte de 43 niños por cada mil.
Señaló que la depresión tiene mayor presencia en las mujeres pobres, debido a la marginación; al abandono con dos o tres hijos en edad temprana, resultado de abusos o violaciones; a epidemias que dan lugar a una elevada mortalidad infantil.
Otro factor “depresógeno”, subraya la autora, es la muerte de un hijo o del cónyuge por condiciones de trabajo poco seguras; o el abandono del hogar para emigrar a otro país y no volver a saber nada de ellos, lo cual impide elaborar los duelos de la pérdida y centrarlo en un velorio. Asimismo, los desaparecidos y las mujeres y niñas robadas para trata de personas, son delitos que dejan una cauda de terror, enojo y depresión que difícilmente encuentran alivio.
La investigadora del Instituto de Estudios Superiores y Sociales de la Universidad Veracruzana, Silvia Asunción Ramírez López, dijo que se requiere un análisis con perspectiva de género de la situación de mujeres y hombres en el mercado laboral, y en la asignación y reparto de los roles en el trabajo y la familia.
La también ex senadora de la LIX Legislatura, mencionó que existen importantes desigualdades de género en las condiciones de trabajo y salud, diferencias que se ven influenciadas por las clases sociales. Por tanto, consideró que es importante generar políticas contra la discriminación de las mujeres en materia de prevención y atención en la salud.
