La prevención de la aterosclerosis a través de una alimentación balanceada y actividad física regular es crucial desde una edad temprana. Este enfoque no solo promueve un estilo de vida saludable sino que también reduce significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, según expertos del IMSS. Adoptar estas medidas puede tener un impacto positivo duradero en la salud cardiovascular.
En resumen
La aterosclerosis, caracterizada por la obstrucción del flujo sanguíneo en arterias importantes, puede tener consecuencias graves como el infarto agudo de miocardio y enfermedad cerebrovascular. El doctor Pedro Rivera Lara, del Seduro Social, destaca la importancia de una alimentación balanceada y actividad física desde los primeros 20 años de vida como métodos preventivos clave.
En México, la tasa de mortalidad por aterosclerosis ha disminuido gracias a estrategias de prevención y tratamiento, incluyendo programas específicos para controlar la diabetes, la hipertensión, y otros factores de riesgo cardiovascular.
La prevención primaria, a través de un estilo de vida saludable y la monitorización de factores de riesgo, puede retrasar significativamente la aparición de la aterosclerosis, lo que subraya la importancia de la educación y la acción temprana en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en el país.
Puntos a destacar
- La aterosclerosis es una condición caracterizada por la obstrucción del paso de la sangre en arterias coronarias, cerebrales, renales y la aorta.
- El doctor Pedro Rivera Lara enfatiza la prevención temprana de la aterosclerosis como estrategia clave, puede prevenirse con una alimentación balanceada y actividad física desde la juventud.
- Se puede prevenir la aterosclerosis a través de una alimentación balanceada, actividad física regular, control de peso, reducción en el consumo de alcohol y tabaco, y monitorización de las cifras de colesterol LDL.
- Las principales consecuencias de la aterosclerosis incluyen infarto agudo de miocardio y enfermedad cerebrovascular.
- En México, la tasa de mortalidad por infarto asociado a aterosclerosis ha disminuido significativamente.
- Factores de riesgo como la diabetes y la hipertensión aceleran la degeneración arterial.
- Un estilo de vida saludable puede retrasar la aparición de la aterosclerosis por décadas.
- Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en México.
- El programa Código Cerebro del IMSS busca reducir el riesgo de discapacidad y muerte por accidente cerebrovascular.
- La educación sobre hábitos saludables es fundamental para combatir la aterosclerosis.
Prevención de la aterosclerosis: alimentación y ejercicio
La aterosclerosis, una condición caracterizada por la obstrucción del flujo sanguíneo en arterias vitales, representa un riesgo significativo para la salud cardiovascular nos informa el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Según el doctor Pedro Rivera Lara, jefe de Urgencias Cardiovasculares del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XX, adoptar una alimentación balanceada y realizar actividad física regular durante los primeros 20 años de vida son medidas cruciales para prevenir la obesidad y, por ende, la aterosclerosis.
Consecuencias de la aterosclerosis
Las personas que padecen de aterosclerosis enfrentan riesgos elevados de sufrir infartos agudos de miocardio y enfermedades cerebrovasculares. En México, el 27% de los pacientes con aterosclerosis que sufren un infarto tienen consecuencias fatales, aunque gracias a las estrategias aplicadas en el Seguro Social, esta tasa se ha reducido al 14.9%, y en unidades médicas de alta especialidad, incluso a menos del 9%.
10 factores de riesgo y prevención de la aterosclerosis
Entre los factores que el especialista nos comparte se encuentra:
- Obesidad: La obesidad en la juventud aumenta el riesgo de aterosclerosis al favorecer la acumulación de placa en las arterias.
- Diabetes: La diabetes, especialmente la diabetes tipo 2, acelera el proceso de degeneración arterial y contribuye al desarrollo de la aterosclerosis.
- Hipertensión: La hipertensión arterial sistémica ejerce presión adicional sobre las arterias, promoviendo la formación de placas ateroscleróticas.
- Edad: La edad avanzada, especialmente a partir de los 45 años en hombres y 55 años en mujeres, aumenta el riesgo de degeneración arterial y aterosclerosis.
- Hipercolesterolemia: Altos niveles de colesterol LDL, conocido como colesterol malo, favorecen la acumulación de placa en las arterias.
- Hipertrigliceridemia: Niveles elevados de triglicéridos en sangre están asociados con un mayor riesgo de aterosclerosis.
- Consumo de Alcohol y Tabaco: El consumo excesivo de alcohol y tabaco puede dañar las arterias y aumentar el riesgo de aterosclerosis.
- Estilo de Vida Sedentario: La falta de actividad física regular contribuye al desarrollo de factores de riesgo cardiovascular y aterosclerosis.
- Historial Familiar: Antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares pueden aumentar la predisposición genética a la aterosclerosis.
- Mala Alimentación: Una dieta rica en grasas saturadas, azúcares y alimentos procesados puede favorecer la formación de placas ateroscleróticas en las arterias.
Padecimientos como la diabetes y la hipertensión, junto con la edad (45 años en hombres y 55 en mujeres), aceleran la degeneración arterial. La prevención primaria, enfocada en el control de la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial sistémica, las dislipidemias y la obesidad, es clave para retrasar el desarrollo de la aterosclerosis. Un estilo de vida saludable, incluyendo ejercicio aeróbico, control de peso, reducción del consumo de alcohol y tabaco, y la monitorización de las cifras de colesterol LDL, puede prevenir la aparición de esta patología durante décadas.
Impacto en la salud pública
El instituto nos informa que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en México, con 105,752 casos registrados en 2022. La aterosclerosis es un factor contribuyente significativo, especialmente en hombres. A través del programa Código Cerebro, el Seguro Social atiende a pacientes con accidentes cerebrovasculares dentro de las primeras 4 horas del evento, buscando reducir el riesgo de discapacidad y mortalidad.
La tasa de mortalidad por infarto asociado a aterosclerosis ha disminuido al 14.9%, y en ciertas unidades médicas de alta especialidad a menos del 9%.
Recomendaciones para la prevención de la aterosclerosis
Estas recomendaciones se basan en la evidencia presentada por el doctor Pedro Rivera Lara, enfocadas en la prevención y control de factores de riesgo cardiovascular para mitigar el impacto de la aterosclerosis:
- Adoptar una alimentación balanceada desde la juventud para evitar la obesidad, un factor de riesgo significativo para la aterosclerosis.
- Mantenerse activo físicamente durante los primeros 20 años de vida para promover la salud cardiovascular y prevenir la formación de placas ateroscleróticas.
- Controlar y tratar condiciones como la diabetes y la hipertensión, que aceleran el proceso de degeneración arterial y aumentan el riesgo de aterosclerosis.
- Realizar ejercicio aeróbico de forma regular, controlar el peso, reducir el consumo de alcohol y tabaco, y monitorizar los niveles de colesterol LDL para prevenir el desarrollo de la aterosclerosis.
- Acceder a programas de orientación nutricional y actividades físicas adecuadas para enfermedades como la diabetes en instituciones de salud como el Seguro Social.
- Priorizar la prevención primaria para mantener bajo control los principales factores de riesgo cardiovascular, como la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial, las dislipidemias y la obesidad.
- Acudir a atención médica especializada ante síntomas de aterosclerosis, como infarto agudo de miocardio o accidente cerebrovascular, para reducir las consecuencias fatales.
- Participar en programas de salud pública como el Código Cerebro para recibir atención rápida y reducir el riesgo de discapacidad o muerte por eventos cardiovasculares agudos.
Conclusiones
La aterosclerosis, aunque no curable, puede prevenirse desde etapas tempranas mediante la adopción de hábitos saludables. La educación sobre la importancia de una alimentación balanceada y la actividad física regular, junto con el control de factores de riesgo cardiovascular, es fundamental para combatir esta enfermedad.