La diputada Maricela Contreras Julián impulsa un exhorto a los gobiernos locales para que implementen políticas públicas destinadas a prevenir el acoso callejero, las cuales incluyan campañas de difusión para evitarlo y contribuir así a la transformación de las relaciones sociales entre hombres y mujeres, a fin de que se basen en el respeto de sus derechos humanos.
Refirió que en México se culpa a las mujeres de las agresiones que sufren, ya que en el imaginario colectivo se ha generado la idea de que son violadas o acosadas por la manera en la que se visten, por andar solas en la calle, o por hacer ambas cosas a altas horas de la noche.Aseguró que entre el alto número de mujeres que vive en la Ciudad de México, el 72% del total denunció haber sufrido algún tipo de violencia sexual. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), con este fenómeno la capital supera a los estados más violentos del país, como Guerrero o Chihuahua, agregó.
Maricela Contreras expuso que el transporte público es uno de los lugares donde se hace más evidente que las mujeres han aprendido a convivir con la violencia de género. El Metro mantiene una separación de hombres y mujeres para evitar “tocamientos”, y lo mismo sucede con el Metrobús, aunque no hay otra medida o programa para prevenir y evitar estas agresiones.
Explicó que el acoso callejero es el conjunto de prácticas, gestos, silbidos, sonidos de besos, tocamientos, exhibicionismo y persecuciones (a pie o en auto), con un manifiesto carácter sexual de los deseos de las personas que los cometen contra quienes quieren someter.
Comentó que en el Día Internacional de la Mujer, la periodista independiente Andrea Noel, a plena luz del día, sufrió un ataque sexual en la colonia Condesa de la Ciudad de México. Luego de que ella misma diera a conocer el vídeo en donde un hombre le levanta la falda para bajarle su ropa interior, miles de usuarios le expresaron su apoyo en sus redes sociales; sin embargo, también recibió ataques y amenazas por esa vía, agregó, lo que dejó al descubierto lo interiorizada y arraigada que está la violencia hacia las mujeres en nuestra sociedad.
Manifestó que el acoso sexual es una práctica cotidiana y naturalizada de hombres hacia mujeres, al punto que existen mujeres que temen recorrer algunas calles; desde ese punto de vista, continuó, los hombres son los privilegiados en el espacio público, mientras las mujeres siguen siendo ajenas.
Consideró indispensable iniciar en nuestro país una campaña de difusión en contra del acoso callejero. “Es un terrible problema poco explorado y poco abordado con políticas públicas para erradicarlo, debido a que la violencia siempre va en escala y es una obligación del Estado realizar acciones para impedir que continúe”, enfatizó.