Lorena Villavicencio Ayala, coordinadora de la subcomisión de Atención a Feminicidios y Violencia contra las Mujeres de la Cámara de Diputados, afirmó que el Pin Parental atenta contra los derechos humanos de la niñez.
“Es muy grave que algunos padres vean peligro en la educación sexual, cuando la falta de ésta genera que el país se encuentre en los primeros lugares en embarazos adolescentes”, subrayó la diputada Villavicencio Ayala.
En el conversatorio virtual “Por los derechos humanos de las niñas y niños, no al Pin Parental”, destacó que este tema es primordial en la defensa del interés superior de la niñez porque está vinculado a las reformas educativas realizadas por el Congreso el año pasado, con el objetivo de que las escuelas diseñen contenidos obligatorios para la integración de los alumnos a la vida social y escolar.
Explicó que grupos de padres de familia en los estados de la República pretenden invalidar estas reformas y asumir de manera directa los contenidos que se deben dar en las aulas, “lo cual es absolutamente violatorio de la rectoría del Estado en los contenidos educativos”.
Manifestó su preocupación de que este tipo de movimientos se utilicen en las campañas electorales, toda vez que los grandes afectados serían las niñas, niños y adolescentes al limitarles sus garantías. También sugirió que no se disminuya el presupuesto de las instituciones que tutelan estos derechos, como el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna).
Apuntó que uno de los temas más graves durante la pandemia es la violencia contra la infancia. “Hay niñas y niños violados, y hay organizaciones que nos piden que no hablemos de violencia, sino de violación”. Ante ello, informó que está pendiente una iniciativa para hacer imprescriptibles los delitos el abuso sexual infantil y adolescente.
La propuesta condiciona el acceso a la información
Nelia Bojórquez Maza, representante de la sociedad civil de la Secretaría Ejecutiva del Sipinna, comentó que el Pin Parental emula la función de un código o contraseña para que únicamente personas autorizadas tengan acceso a información, lo que se pretende establecer en la educación de niñas, niños y adolescentes.
Explicó que la organización española que crea este sistema tiene una agenda amplia en contra de los derechos humanos y de la niñez. “Se debe analizar esta iniciativa ya que tiene el fin de darle un uso político a niñas y niños, en elecciones y medios de comunicación; su fin es ver a las niñas y niños como propiedad de los adultos y no asumirlos como sujetos de derecho”, manifestó.
Refirió que en México el 65% de las personas están de acuerdo en que las niñas y niños deben tener los derechos que la ley les reconoce; el 28% opina que son los padres quienes pueden definir los derechos, mientras que el 4% sostiene que no tienen derechos por ser menores de edad.
Bojórquez Maza mencionó que hay una agenda conservadora y esquizofrenia política que lleva a pretender usar a la niñez con fines políticos y poner en riesgo el Estado laico. Además, democratiza la convivencia entre madres, padres e instituciones educativas y expone a las niñas y los niños a diversas formas de violencia, como el embarazo temprano, el abuso sexual y la trata.
Laicidad sin criterios de discrecionalidad
Claudia Alonso Pesado, consultora independiente y ex secretaria ejecutiva del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, planteó que la aprobación del Pin Parental vulneraría el derecho a la información de la niñez, toda vez que deja a decisión de madres, padres o tutores lo relacionado con la igualdad de género, sexualidad y diversidad.
Indicó que la Secretaría de Educación Pública debe revisar sus planes de estudio y los libros de texto gratuitos para que realmente se construya una educación sexual integral. “La función del Estado es construir ciudadanía a través del respeto de los derechos humanos, la igualdad y la diversidad”.
Reiteró que la laicidad no puede estar acompañada de criterios de discrecionalidad, por lo que propuso crear mecanismos a fin de que las niñas y los niños sean completos en cada momento de su vida y que los adultos aprendan a escucharlos, además de entender sus etapas de desarrollo psicosexual[.]