Para lograr un Sistema Único de Salud Pública en México que atienda con la misma integralidad, calidad, calidez y eficiencia a toda persona que lo requiera, independientemente de dónde esté asegurado, o si carece de beneficio.
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La distribución de los recursos del Seguro Popular se concentra en regiones urbanas con menos necesidades económicas, en tanto que en zonas de pobreza se registra una sobredemanda y déficit significativo en su calidad
Ante panorama, expuso que el reto de la Cámara de Senadores es romper las barreras políticas e ideológicas, así como financieras, para construir una legislación que permita alcanzar una cobertura universal en salud, que dé certeza y certidumbre a todos los mexicanos.
En encuentros con diversas organizaciones de médicos y especialistas, la senadora reconoció que es necesario corregir errores en la distribución del presupuesto, que impide que se cumplan los objetivos de programas como el Seguro Popular: dar una atención oportuna y de calidad.
Es evidente, apuntó, que la distribución de los recursos del Seguro Popular se concentra en regiones urbanas con menos necesidades económicas, en tanto que en zonas de pobreza se registra una sobredemanda y déficit significativo en su calidad, por lo que las personas deben esperar hasta ocho horas para ser atendidas e incluso tienen que conseguir por su cuenta medicamentos y materiales quirúrgicos.
Durante un foro sobre el tema, que se llevó a cabo el pasado 24 de octubre de 2014, la legisladora reiteró que el Senado debe allegarse de los medios que permitan hacer efectivo el derecho a la salud y que el Estado responda eficazmente a las necesidades de la población, sin restricciones ideológicas, presupuestales o administrativas.
Lorena Cuéllar recalcó que es indispensable dar coherencia al sistema nacional de salud pública para aprovechar al máximo sus potencialidades y convertirlo en un Sistema Único de Salud Pública que atienda con la misma integralidad, calidad, calidez y eficiencia a toda persona que lo requiera, independientemente de dónde esté asegurado, o si carece de beneficio.
Destacó que no se trata de un acto de buena voluntad operado a través de un programa social sexenal ni menos aún de una acción compensatoria y temporal, sino de un derecho social universal que garantiza su ejercicio por medio de una política de servicios públicos bajo la responsabilidad del Estado.