La distimia o comúnmente llamada depresión, es un trastorno frecuente y costoso asociado habitualmente a síntomas graves y persistentes, que conducen al deterioro del rol social y una mayor mortalidad, es una de las causas más importantes de discapacidad en todo el mundo.
Múltiples factores contribuyen al desarrollo de depresión como la genética, la nutrición, los estresores ambientales, alteraciones hormonales y alteraciones en la biología y función de los neurotransmisores (sustancias que se producen y liberan para la comunicación de células nerviosas). Y por ende la respuesta al tratamiento depende del origen del mismo, por lo que la depresión es un trastorno heterogéneo que exige que los especialistas consideren la individualidad de cada paciente.
Una de las teorías principales del desarrollo de esta enfermedad es que se puede dar por una deficiencia de neurotransmisores (serotonina, dopamina y noradrenalina) o una alteración de los receptores de estos neurotransmisores en el sistema nervioso central, de hecho, los fármacos más habituales para tratar la depresión van dirigidos hacía esta teoría.
¿Cómo influyen los nutrimentos en la salud mental?
Pueden favorecer o interferir en el desarrollo normal del encéfalo y del sistema nervioso central
- Los nutrimentos sirven de precursores de neurotransmisores
- Las proteínas, carbohidratos y grasas sirven como fuente de energía para el encéfalo
- Los nutrimentos influyen en la transcripción genética
- Los nutrimentos contribuyen al estado de ánimo y sensación de bienestar
- Los nutrimentos pueden entrar o salir de las células relacionadas con pensamientos, emociones y estrés.
La nutrición afecta múltiples funciones en la mayor parte del encéfalo, una de las contribuciones más importantes de la nutrición a la salud mental es mantener la estructura y función de las neuronas, y los neurotransmisores del sistema nervioso central. La producción de neurotransmisores requiere de una cantidad correcta de nutrimentos, ya que ambos coordinan la comunicación interna del organismo y el entorno.
Nutrimentos que favorecen la salud mental
OMEGA 3
Forman parte de la estructura del encéfalo y ayudan a la síntesis y funciones de neurotransmisores y en las moléculas del sistema inmunitario.
Hay algunos aminoácidos como triptófano, tirosina y glicina que son necesarios para la formación de neurotransmisores y precursores de antioxidantes.
MINERALES
CINC. Participa en la producción de dopamina lo encontramos principalmente en las ostras, cereales para el desayuno, carne magra de res y cerdo, yogurt, garbanzos, frutos secos, avellanas, almendras, leche y pechuga de pollo.
HIERRO
La deficiencia de hierro se asocia a déficit de memoria y aprendizaje, problemas emocionales y psicológicos, apatía y depresión. Lo encontramos principalmente en las vísceras, lentejas, espinacas, carne de res, sardina en aceite, pato y cordero.
SELENIO
Su deferencia se ha relacionado con estado afectivos negativos, actúa como antioxidantes, catalizador en la producción de hormona tiroidea y es necesario para el buen funcionamiento del sistema inmune. Y lo encontramos principalmente en alimentos de origen vegetal, cereales y las nueces de Brasil.
VITAMINAS
VITAMINA D. La vitamina D influye en cientos de genes del organismo humano y se considera un nutrimento importante para la salud encefálica además de la ósea y esquelética. La deficiencia de vitamina D se asocia a trastornos afectivos y depresión, así como trastornos cognitivos. Ejerce funciones biológicas y también apoya a la expresión de genes, protege a células cerebrales. Las mejores fuentes de vitamina D son: la exposición solar durante al menos 15-20 min./día sin pantalla solar, alimentos como pescado azul y yema de huevo y alimentos enriquecidos con vitamina D como leche de vaca, soya y cereales enriquecidos.
B1(TIAMINA), B2 (RIBOFLAVINA), B3 (NIACINA), B12
Ayudan a la biosíntesis de neurotransmisores y las encontramos en alimentos de origen animal como hígado, salmón, atún claro, pechuga de pollo, leche, garbanzos, almejas y algunos cereales para el desayuno o frutas como plátano o sandía.
ÁCIDO FÓLICO
La deficiencia de folato se asocia con depresión, deterioro cognitivo y demencia, factor de riesgo para esquizofrenia y lo encontramos principalmente en: hígado de res, espinaca, espárragos, espagueti, coles de bruselas, lechuga romana, aguacate, espinacas y brócoli.
FOTOQUÍMICOS COMO FLAVONOIDES, ANTOCIANINAS Y FLAVANOIDES
Tienen actividad antioxidante y su función es proteger y preservar la estructura de las células encefálicas. Y las podemos encontrar en: bayas, cítricos, té verde y algunas especias, se ha observado que la curcumina es protectora también.
Como conclusión el sistema nervioso funciona gracias a la acción de neurotransmisores que son los responsables de comunicar a las neuronas al transmitir los estímulos entre ellas. Son proteínas, por lo cual están conformadas por cadenas de aminoácidos que provienen de la dieta, junto con las vitaminas y minerales específicos, generan el producto terminado.
El problema es muy simple, si no hay materia prima, no se producen estos elementos, no se fijan a sus receptores y no se ejercen sus efectos.
Los antidepresivos, ansiolíticos y antipsicóticos actúan en los mismos sistemas, unos participan en el proceso de fabricación, otros en el metabolismo y algunos en su degradación, pero al final siempre dependen de que el organismo cuente con lo necesario para que esta fina maquinaria se desempeñe de manera correcta.
Por Lic. en Nutrición Jessica Lozano Martínez, EDC. Educadora en Diabetes Certificada y Especialista en Obesidad y Comorbilidades.