“Matarse de hambre”, hacer uso de métodos purgativos y hacer dietas extremas son métodos rápidos adoptados por muchas personas para bajar de peso, sobre todo por aquéllas que desconocen las consecuencias negativas que puede traer a su salud.
Pero así como es un gran número de mujeres y hombres que se someten a estos “métodos”, existen otros tantos, especialmente jóvenes, que apuestan por el ejercicio, beber abundante agua y alimentarse sanamente.
Vale la pena preguntarse: ¿en qué momento uno como individuo empieza a tener adicción por las dietas para perder peso?
En primer lugar, el término dieta se emplea constantemente de manera equivocada, ya que de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana para el tratamiento integral del sobrepeso y obesidad, la palabra dieta se refiere al conjunto de alimentos que se ingiere cada día. De esta forma, todas las personas llevan una dieta -desde un niño de 5 años, un adolescente de 15 y hasta un adulto de 35 años.
En segundo lugar, es importante determinar si el deseo por alcanzar un peso ideal ya se convirtió en obsesión. Para saber si se tiene adicción por las dietas de reducción, la nutrióloga Fernanda Zimmermann, colaboradora del Instituto de Nutrición y Salud Kellogg´s, sugiere que hagamos un autoexamen y respondamos el siguiente test:
1. ¿Tu peso se ha convertido en una obsesión que te produce ansiedad?
2. ¿Te pesas todos los días o incluso varias veces al día?
3. ¿Piensas que siempre puedes estar más delgada de lo que ya estás?
4. ¿Has experimentado “dietas milagrosas” por lo menos una vez al año?
5. ¿Pesas los alimentos de forma maniática y compulsiva antes de elaborar tu platillo?
6. ¿Cuentas las calorías de cada alimento que ingieres?
7. ¿Sientes culpa después de haber comido tus alimentos?
8. ¿Tienes la costumbre de realizar ayunos prolongados?
9. ¿Tienes miedo a ganar peso y engordar?
- ¿Utilizas métodos purgantes, como laxantes, diuréticos o la inducción del vómito?
Si alguna respuesta es afirmativa, es importante conocer entonces las consecuencias que trae para el organismo la adicción por realizar dietas hipocalóricas (demasiado bajas en calorías) y extremistas.
Aquí te presentamos algunas de estas consecuencias que comparte el Instituto Kellogg´s:
- · Dificultan la creación y seguimiento de hábitos de alimentación saludables, desfavoreciendo la salud. Las “dietas de moda” generalmente son regímenes estrictos donde se elimina un grupo entero de alimentos y el aporte de calorías y carbohidratos es muy bajo, con riesgo de sufrir hipoglucemias, mareos, dolor de cabeza y hasta desmayos.
- · El adelgazamiento exagerado en un período de tiempo muy corto, por cuenta de pérdida de masa muscular y agua, conlleva al efecto de rebote, donde se recupera e incluso se adquiere más peso. Esto lleva a un círculo vicioso con repetidos intentos fallidos de “dietas de moda”, que a la larga causan daño al organismo.
- · Limitar la ingesta de calorías en un período comprimido puede llevar a deficiencias nutricionales y causar una disminución de la función inmune, anemia, piel seca, pérdida de densidad muscular ósea, entre otras.
- · Con el paso del tiempo esta conducta obsesiva puede originar algún trastorno de la conducta alimentaria y, consecuentemente sus complicaciones, por ejemplo: cardiovasculares, en el aparato reproductor, en el sistema digestivo, en la piel, esqueleto y dientes. También pueden generar complicaciones psicológicas, como ansiedad, depresión, déficit de aprendizaje, falla de memoria, baja autoestima, etc.
Entre más rápido se detecten los síntomas de adicción por las dietas de reducción, menor será el tiempo que durará el tratamiento. Lo primordial es conservar la salud con un plan de alimentación que se adapte a nuestras necesidades, gustos y preferencias. Si se tiene alguna duda con respecto a la alimentación que se debe seguir para obtener un peso ideal, se debe acudir con un nutriólogo para obtener una orientación correspondiente.