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Para ayudarte a conservar la salud y consumir más granos enteros.
“Por años los científicos fuimos tras la pista de los alimentos procesados como origen de los males de Occidente; así llegamos a los granos enteros y nos dimos cuenta de que su consumo se asociaba a menor colesterol, obesidad o hipertensión; los factores principales para un infarto”.
- Asegúrese de que el producto esté etiquetado como “grano entero” y no sólo como “multigrado” porque esta etiqueta suele ser engañosa.
- Pruebe otros granos o legumbres como mucha fibra como la quinoa, la chía, los frijoles, los nopales o el amaranto.
- Intente la pasta de harina integral; puede resultar un poco rara, pero no deje de utilizarla, con el tiempo no distinguirá diferencias. Lo mismo con los hot cakes.
- Cocine su gran favorito para toda la semana, por ejemplo, unos elotes. Guárdelos en el refri y los tendrá a mano cualquier día para calentarlos y comérselos con un poco de mayonesa y queso.
- Comience una nueva relación y agregue quinoa a sus ensaladas; prepare sushi con arroz integral o agregue granos de elote en cualquier sopa.
Referencias
- Philip B. Mellen, Thomas F. Walsh, David M. Herrington; Whole grain intake and cardiovascular disease: A meta-analysis; Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases; May 2008Volume 18, Issue 4, Pages 283–290; DOI 10.1016/j.numecd.2006.12.008; Disponible en el URL http://dx.doi.org/10.1016/j.numecd.2006.12.008