En el marco de la presentación del informe “Dietas Saludables a partir de Sistemas Alimentarios Sostenibles” [1] en las Naciones Unidas realizada este 5 de febrero de 2019, el Dr. Juan Ángel Rivera Dommarco, director general Instituto de Salud Pública de México, compartió su reflexión sobre este informe y sus observaciones para lograr una urgente transformación del sistema alimentario mexicano.
El Dr. Rivera agradeció la invitación a participar en el evento y presentó los primeros puntos: «Los alimentos son la palanca más potente para optimizar la salud humana y la sostenibilidad ambiental en la tierra; Sin embargo nuestro sistema alimentario actualmente amenaza a las personas y al planeta; el sistema alimentario mexicano no es la excepción. Por lo que cuestiono: ¿cómo puede la población mexicana lograr una dieta sana y sostenible?«.Detalló que, por falta de tiempo, no hace referencia a los temas de políticas agrícolas y de cómo mejorar la tecnología para la producción de alimentos, o de políticas para reducir los desperdicios.
Afirmó que «esto es muy oportuno para México porque tenemos una nuevo gobierno, y que creo que algunas de las políticas que aquí se proponen podrían ser implementadas muy pronto«.
[media-credit name=»INSP» align=»aligncenter» width=»640″][/media-credit]La formación de nuestros hijos, el crecimiento, la epidemia de sobrepeso y obesidad en todos los grupos de edad en México, en sólo 3 décadas, es responsable de la alta prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles, enfermedades y muertes prematuras de la población adulta en México. La prevalencia de la diabetes en personas adultas, en México, es de alrededor de 14% y de la hipertensión de un 32% y anomalías en el perfil lipídico 41%.
Por lo que afirmó lo siguiente: las dietas no saludables amenazan la salud de nuestro pueblo, y la producción de alimentos pone en peligro la estabilidad climática de los ecosistemas a nivel mundial. Así, deberíamos cambiar nuestra dieta actual a una saludable como es la dieta de referencia sana propuesta por la Comisión.
[media-credit name=»INSP» align=»aligncenter» width=»640″][/media-credit]Al referirse a la dieta de personas adultas, niñas y niños en edad escolar pero de no niños menores de 2 años, presentó el promedio de ingesta por día para los diferentes grupos de alimentos propuestos por la Comisión.
[media-credit name=»INSP» align=»aligncenter» width=»640″][/media-credit]En color azul se expresa, en gramos por día, que con esa dieta se optimizaría la salud humana y aseguraría un ecosistema estable. En la columna naranja se muestra la ingesta diaria promedio de la población mexicana, en general, basada en la última Encuesta Nacional de Nutrición.
Declaró que los mexicanos consumen aproximadamente la mitad del cantidades recomendadas de frutas, vegetales; legumbres y frutos secos y los grupos de semillas; aproximadamente 20% menos granos integrales y 2 veces o más la cantidad de azúcares añadidos, carnes rojas y carnes procesadas.
Mientras tanto, la columna gris muestra que las áreas urbanas se asemejan a la situación nacional con un bajo consumo de alimentos a base de plantas y con alto consumo de carnes roja, carnes procesadas y azúcares añadidos; además, un poco más de leche y productos lácteos que los recomendados.
Al referirse la poblaciones rurales indicadas en la columna amarilla, y población indígena las columnas verdes, explicó que también están consumiendo aproximadamente la mitad de la ingesta recomendada de verduras y frutas, pero consumiendo casi la cantidad recomendada para las fuentes de proteínas vegetales que son legumbres, nueces y semillas. Pero, también consumen cantidades mayores a las recomendadas de azúcares añadidos, alimentos procesados y carne, aunque no tanto como la población urbana.
«Esta población indígenas relativa a la dieta de referencia saludable están consumiendo la cantidad de carne roja permitida en el dieta saludable de referencia en contraste con las zonas urbanas, las rurales y en particular las poblaciones indígenas están consumiendo menos leche y lácteos que la expuesta en la referencia de dieta sana«, subrayó.
Al destacar algunos hechos importantes para el diseño de políticas para lograr los objetivos, mencionó que, ante todo, la carne procesada representa alrededor de una quinta parte de la ingesta total de carne roja, «Los efectos negativos de la carne procesada en la salud realmente deberíamos apuntar a esto como un problema en México y tratar de reducir su ingesta«.
Agregó que hay muy poca ingesta de nueces y semillas, la mayor parte de la ingesta en este grupo de alimentos viene de las legumbres. Al referirse a las bebidas azucaradas en México: «representa 2 tercios del total azúcares añadidos y, por lo tanto, debemos desalentar su consumo. El consumo de granos refinados que son no recomendado por la referencia de dieta saludable debe ser desalentada«.
Por lo tanto, para lograr estos objetivos en México, el Dr. Juan Rivera afirma que debería modificar algunas políticas y cambiar nuestras dietas:
- Necesitamos aumentos sustanciales de legumbres, frutas, vegetales, nueces y semillas.
- Duplicar el consumo de verduras y frutas en el población en general.
- Duplicar el consumo de leguminosas, nueces y semillas en la población urbana.
- Incrementar un 40% de granos integrales para la población urbana.
- Recomendación mixta en el consumo de leche y productos lácteos.
- Incrementar la ingesta de leche y productos lácteos en un 40% en la población indígena.
- Una pequeña reducción (un 10% de leche y productos lácteos) en la población urbana.
- Reducción sustancial en azucares agregados, granos refinados, carnes procesadas y carnes rojas.
- Reducir a la mitad las azúcares agregadas en toda la población.
- Una reducción sustancial de las carnes procesadas en toda la población.
- Reducción sustancial de carnes rojas excepto en la población indígena.
Para lograr estos objetivos presentó algunos ejemplos de nuevas políticas, o cambios -algunos ya se encuentran implementados-, para promover la referencia de dieta saludable en la población mexicana:
- Se deben cambiar los subsidios agrícolas actuales para favorecer la disponibilidad de alimentos saludables en zonas rurales desatendidas.
- Políticas de pro curación de alimentos saludables.
- Aumentar la disponibilidad en áreas rurales desatendidas.
- Suministro de alimentos saludables en las escuelas.
- Programas de alimentación que promuevan corto regional.
- Cadenas de suministro de alimentos en la producción de alimentos.
- Apoyar mayor ingesta de leche y productos lácteos en las poblaciones indígenas.
- Duplicar impuestos para bebidas azucaradas y comida chatarra
- Utilizar los ingresos fiscales para garantizar agua potable en comunidades con poco abasto.
- Etiquetado y restricciones de comercialización a infantes.
- Mejorar normas alimentarias vigentes para las escuelas.
- Establecer límites en ingredientes no saludables en alimentos procesados.
En conclusión, explicó que el sistema alimentario mexicano amenaza la salud de la población; nos enfrentamos a una epidemia de obesidad, mientras que la desnutrición aún no ha sido eliminada; se requiere con urgencia una transformación radical en el sistema alimentario mexicano. En relación con la referencia a la dieta saludable, la dieta mexicana es baja en alimentos de origen vegetal, y muy alta en azúcares añadidos, granos refinados, carnes rojas y procesadas. Un conjunto de políticas multi-sector y multi-nivel son necesarias para cambiar nuestro sistema alimentario, y nuestro ambiente alimentario es recomendado para alcanzar una dieta sana y sostenible[.]
[referencias]