La secretaria de la Comisión de Derechos de la Niñez, diputada María Soledad Sandoval Martínez, impulsa un punto de acuerdo para exhortar a las secretarías de Salud y de Educación Pública del gobierno federal y de los estados del país a fomentar e intensificar campañas de información dirigidas a niñas, niños, las y los adolescentes, sobre los riesgos a la salud ocasionados por el consumo de refrescos y bebidas azucaradas. El documento presentado en la Comisión Permanente fue turnado a la Segunda Comisión.
El consumo elevado de bebidas o alimentos con alto contenido de azúcar, es uno de los principales causantes del desarrollo del sobrepeso, la obesidad y la diabetes mellitus, indicó.
México ocupa el primer lugar en América en la ingesta de bebidas azucaradas con cantidades de 163 litros por persona al año y el primer lugar en prevalencia de diabetes mellitus con 10.8% en la población entre 20 a 79 años, comparado con los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Puntualizó que el consumo de estos líquidos en el país continúa en aumento en cifras preocupantes, ya que 70% de los niños desayunan con refresco, la mayoría en comunidades rurales, aunque el problema no es privativo de esas zonas, pues afecta a la mayoría del territorio nacional, donde se consume más refresco que en cualquier otro lugar del mundo.
Sandoval Martínez externó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), alertan que el sobrepeso se debe a una dieta y actividad física inadecuada, y lo consideran un problema de salud pública, incluso, a nivel internacional.
Dichas organizaciones y sus Estados miembros han expresado con preocupación que el consumo de refrescos y bebidas azucaradas es altamente nocivo para la salud, ya que solo brindan “calorías vacías, que contribuyen al aumento de peso y al desequilibrio hormonal”.
Relató que en octubre de 2013, el Estado mexicano reconoció su preocupación por combatir el problema de obesidad, al poner en marcha su Estrategia Nacional de Prevención y Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, y establecer un Impuesto Especial sobre Producción y Servicios a las bebidas azucaradas como medida para reducir su demanda.
Pese a esfuerzos y acciones del gobierno, la estrategia no ha sido llevada a cabo en su totalidad por la mayoría de las escuelas del Sistema Educativo Nacional; “existen registros que sustentan que en la mayoría de ellas no se cumple con lo establecido, y a pesar de una ley que prohíbe la venta de comida chatarra, incluyendo por supuesto los refrescos y bebidas azucaradas, no se logran los objetivos del todo”.
La diputada expresó que los menores consumen estos productos entre comidas, aumentando las probabilidades de tener sobrepeso, obesidad y diabetes, y agregando causas subyacentes que promueven el problema, entre las que destacan la alta disponibilidad y accesibilidad a alimentos con elevada densidad energética y bebidas azucaradas, así como bajo consumo de agua, frutas, verduras, cereales de grano entero y leguminosas.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que la diabetes mellitus fue la principal causa de muerte de los mexicanos durante 2014, de las más de 633 mil defunciones ocasionadas, principalmente, por las enfermedades crónicas degenerativas, de las cuales 14.8% refieren a diabetes mellitus.
Por ello, es importante que las áreas de salud y de educación de las entidades federativas y de la administración pública federal, en el ámbito de sus atribuciones, fomenten e intensifiquen campañas de información dirigidas a niños, niñas, las y los adolescentes para hacer de su conocimiento los riesgos a la salud que ocasiona el consumo de refrescos y bebidas azucaradas.