En México en el periodo del 2000 al 2013 las mujeres adultas mayores han tenido una tasa de crecimiento media anual 3.82% lo que muestra un proceso de feminización del envejecimiento. Sus contribuciones son muy importantes para toda la sociedad por lo que es indispensable realizar acciones orientada a la protección, observancia, promoción, estudio y difusión de los derechos de las personas adultas mayores.
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Datos interesantes
- En 2012, según CONEVAL, 43.2% de los adultos mayores se encuentran en situación de pobreza multidimensional.
- Durante el segundo trimestre de 2013, la tasa de participación económica de la población de 60 años y más es de 33.8%.
- Datos censales de 2010 señalan que en 26.1% de los hogares cohabita al menos una persona de 60 años y más.
- Conforme a la ENDIREH 2011, 45% de las mujeres alguna vez unidas de 60 años y más sufrió algún tipo de violencia por parte de su pareja o ex pareja.
- En 2011, la morbilidad hospitalaria más alta es por diabetes mellitus y se ubica en la población de 75 a 79 años -vejez plena- (842 y 915 por cada 100 mil hombres y mujeres, respectivamente).
- En 2012, el déficit visual es el principal síndrome geriátrico en la población adulta mayor, 47 de cada 100 lo presentan.
- En 2010, 28.1% de los adultos mayores con discapacidad no económicamente activos no pueden trabajar por una limitación física o mental.
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La contribución de las mujeres adultas mayores a la vida pública y privada como líderes de sus comunidades, empresarias, cuidadoras, asesoras y mediadoras, entre otras funciones es fundamental. Por ello, es indispensable una visión integral sobre sus necesidades así como crear un enfoque de respeto a sus derechos humanos, lo que hace necesario mejorar la capacidad de las instituciones de gobierno como de las familias para hacer frente a condiciones como la pobreza y la desigualdad en la que viven muchas de ellas.
Es importante mejorar los servicios de atención e infraestructura de la seguridad social y de salud, vigilar que ninguna persona adulta mayor sea discriminada en cualquier ámbito de la vida, que vivan una vida libre de violencia y que sus redes familiares provean los satisfactores necesarios para mejorar su calidad de vida.
Este sector de la población representa una gran diversidad de experiencias, conocimientos, habilidades y aptitudes, pero su situación económica y social depende de una serie de factores demográficos, políticos, ambientales, culturales, sociales, individuales y familiares. Consciente de ello, el Inmujeres apoya en el marco jurídico e institucional antes mencionado el empoderamiento de este grupo de mujeres y con ello el valor de su experiencia a la sociedad.
Las mujeres adultas mayores que pertenecen a grupos minoritarios, étnicos o indígenas, sufren situaciones como el desplazamiento interno. Suelen ser víctimas de discriminación en un grado desproporcionado.
En este sentido, una de las prioridades del Inmujeres, con base en la Recomendación General 27 de la CEDAW, a través del marco jurídico nacional compuesto por la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (2006), Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (2007) y la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores (2002); es lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres de todas las edades y vigilar el cumplimiento de este marco en materia de derechos humanos de las mujeres.
Además, con el fin de impulsar mayores acciones afirmativas, el Instituto Nacional de las Mujeres firmará en breve con el Instituto Nacional Para las Personas Adultas Mayores (INAPAM) un convenio para establecer los mecanismos de colaboración encaminado a realizar estrategias de política social orientada a la protección, observancia, promoción, estudio y difusión de los derechos de las personas adultas mayores.
Adicionalmente se firmará un convenio con el Instituto Nacional de Geriatría para la realización de actividades conjuntas orientadas a la protección, promoción, estudio y difusión de los derechos de las personas adultas mayores en materia de salud con un enfoque de igualdad entre hombres y mujeres y no discriminación, en el marco de las políticas de salud.
En México, agosto se instituye como el mes de la vejez. Es importante resaltar que el número de personas adultas mayores va en aumento, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2010 la población adulta mayor representaba el 9.3% del total, y en el periodo del 2000 al 2013 las mujeres adultas mayores han tenido una tasa de crecimiento media anual 3.82% lo que muestra un proceso de feminización del envejecimiento en México.