Para lograr y mantener una diabetes bajo control y así lograr una mejor calidad de vida, las personas que viven con esta condición deben tomar acción en varios frentes: hábitos alimenticios saludables, activación física regular, tratamiento médico continuo y seguimiento individualizado e integral de la mano del médico tratante y profesionales de la salud.
Esto es importante si tomamos en cuenta, de acuerdo con datos de la ENSANUT 2016, que en México, 6 de cada 10 personas con diabetes ya tienen algún tipo de complicación como visión disminuida, de las cuales 9 de cada 10, presentan.
Y debido a que la insulina sigue siendo el tratamiento médico óptimo para el cuidado y control de la diabetes, una insulinización temprana fomentará el retraso de la aparición de complicaciones, incluso hasta podrían llegar a evitarse. El problema es que debido a los mitos e incertidumbres que rodean aún a la insulina, muchos pacientes postergan su aplicación.
Dentro de las afectaciones más comunes derivadas de una diabetes fuera de control, está el pie diabético que puede resultar en amputación.
Dentro de las afectaciones más comunes derivadas de una diabetes fuera de control están:
- Pérdida de la vista, conocida como retinopatía diabética por el daño que sufren los vasos sanguíneos en los ojos.
- Falla en los riñones.
- Pie diabético, que puede resultar en amputaciones.
- Disfunciones sexuales, tanto en hombres como mujeres.
Las cifras meta para cada paciente también son individuales, es decir, lo que se considera control para alguien, no necesariamente lo es para otros.
Para evitar estas situaciones que ponen en riesgo la salud y reducen la calidad de vida muy significativamente de las personas que viven con diabetes, Arlette Ramírez hace las siguientes recomendaciones para fomentar la salud de los pacientes:
- Información oportuna. Esto es evitar la desinformación con consejos de gente no autorizada. Sólo el médico tratante y profesionales de la salud certificados están capacitados para asesorar al paciente y a su entorno sobre el tema, tanto en tratamiento médico como en alimentación y ejercicio.
- Monitoreos frecuentes. La medición de glucosa será el principal indicador de cómo actuar y qué decisiones tomar para llevar un control adecuado. El equipo de salud del paciente determinará con qué periodicidad es pertinente llevarlo a cabo.
- Aplicación de insulina. La recomendación de los expertos bajo evidencia científica es que una técnica correcta de inyección hace toda la diferencia para que una terapia de insulina sea efectiva. Esto es utilizar las agujas más cortas y ultra finas que existen: 6mm en jeringa convencional y 4mm en agujas para plumas. Estas últimas cuentan con 5 biseles en la punta, formando un diamante, lo que hace su inserción en la piel casi imperceptible, fomentando adherencia al tratamiento en el paciente. Es muy importante que las agujas y jeringas son dispositivos desechables y deben usarse sólo una vez, evitando así complicaciones relacionadas a la pérdida de filo o infecciones, entre otras.
- Sin interrupciones. Suspender el tratamiento o interrumpirlo solo porque la persona ya se siente mejor y cree no necesitarlo más es un error, ya que genera inestabilidad en su organismo que vuelve más difícil recuperar el control de su glucosa en sangre. El tratamiento en sus tres pilares es de vital importancia mantenerlo toda la vida. Para lograr convertir estos hábitos en un estilo de vida saludable, existen herramientas digitales especializadas como Diabetes Care app, que sirven mucho de apoyo como un acercamiento más simple e inteligente al manejo de la diabetes. Pueden resultar muy útiles siendo tecnología que te acompaña donde quieras y cuando quieras como si fuera un integrante más de tu equipo de profesionales de la salud.
“Debido a los altos índices de prevalencia de diabetes en México, es importante que las personas que la padecen se cuiden lo mejor posible para evitar las terribles complicaciones a la salud que esto representa, ya que muchas de ellas son irreversibles e impactan de manera importante en su salud”, concluye Ramírez.
