El sueño es que los niños sean mejores seres humanos, mejores pensadores por sí mismos y seres integrales, capaces de seguir aprendiendo durante toda su vida.
Son múltiples los factores que influyen en que una clase sea exitosa o no; no sólo para los maestros sino también para los alumnos. En este sentido, uno de los factores que resultan ser relevantes son las herramientas didácticas, las cuales las podemos definir como el conjunto de actividades, materiales y recursos tecnológicos que el maestro utiliza para facilitarle el aprendizaje a sus alumnos. Estas herramientas funcionan como “timones” que marcan la dirección, en aras de lograr objetivos específicos de aprendizaje.
En base a la experiencia docente, uno de los objetivos de la educación es ayudar al alumno a desarrollar habilidades del pensamiento que puedan ser “transferidas” a diferentes ramas del saber e, incluso, a la vida diaria. Asimismo, la experiencia nos ha enseñado que no hay herramientas defectuosas, que cualquier herramienta didáctica puede ser efectiva si se utiliza correctamente y, sobre todo, con planeación, dirección y el enfoque adecuado. Finalmente, si se está convencido de que las estrategias de enseñanza ayudan a atraer la atención, a fomentar el interés del alumno en cierto contenido y a desarrollar aptitudes y habilidades, será mucho más fácil la aplicación de cualquiera de las herramientas didácticas que el docente utilice.
Las herramientas didácticas, a partir de las nuevas investigaciones sobre la forma en la que los niños aprenden y los diferentes caminos que hay para acceder al aprendizaje, se han multiplicado tratando de dar respuesta a los diversos estilos de aprendizaje. Igualmente, las nuevas teorías acerca de la inteligencia han llevado a los especialistas docentes a la apertura de una amplia variedad de caminos por los cuales el alumno pueda transitar, para lograr los objetivos de aprendizaje y de formación multicompetente.
En definitiva, las herramientas didácticas basadas en aprendizaje significativo, constructivo y colaborativo proveen a los niños de habilidades que lo llevaran a conformarse como un individuo integral. Actualmente, el aprendizaje ya no consiste en la acumulación de datos, sino de habilidades que le permitan al niño resolver situaciones didácticas y personales de la mejor forma posible.
Según las investigaciones de la Dra. Margarita Amestoy de Sánchez (1990), destacada investigadora educativa, el desarrollo de habilidades del pensamiento sugiere que éstas pueden enseñarse mediante la observación, identificación de problemas, formulación de hipótesis y búsqueda de información, las cuales son algunas de las habilidades que las metodologías proveen al alumno.
Hoy en día en nuestras escuelas se está dando, de manera paulatina, la transformación de un espacio de aprendizaje memorístico y rutinario. El sueño es que los niños sean mejores seres humanos, mejores pensadores por sí mismos y seres integrales, capaces de seguir aprendiendo durante toda su vida.
Carlos Armando Ávila Cota.
Psicólogo Educativo y Gerente Académico
de AMCO®, Líder en investigación, desarrollo
e implementación de metodologías educativas