Con el objetivo de lograr un equilibrio en los diferentes aspectos de su vida, las madres de hoy buscan espacios para desarrollarse, ejercitarse, aprender, trabajar y, por supuesto, cuidar su salud, alimentación y bienestar general.
Beatriz Cuyas, nutrióloga certificada por el Colegio Mexicano de Nutriólogos y madre de familia, nos brinda las siguientes recomendaciones para que todas las mamás se conserven saludables y en forma, pero además, en equilibrio consigo mismas.
- Pon el ejemplo
Un estudio reciente de la Universidad de Leeds reveló que comer en familia, ayuda a aumentar la ingesta diaria de frutas y verduras en los niños, quienes observan la forma en que comen sus padres y los alimentos que consumen, para crear sus propios hábitos y preferencias alimentarias.[1] Por eso, prioriza el consumo de verduras y frutas, alimentos ricos en proteína con poca grasa, como leguminosas, cortes magros, carnes blancas y lácteos descremados; cereales integrales y bebidas bajas en calorías o sin azúcares añadidos.
- Realiza actividad física
Si no tienes tiempo de ir a un gimnasio, existen varias aplicaciones para celulares inteligentes en donde puedes tener una rutina que se ajuste a tu tiempo y necesidades. Sin duda realizar ejercicio tiene muchos beneficios para la salud, nos permite mejorar nuestro estado de ánimo y es un gran momento terapéutico para desahogar el estrés acumulado.
- Promueve los momentos familiares
Además de nutrir nuestro cuerpo, el tiempo que pasamos en familia es un gran alimento emocional. Aun cuando pases mucho tiempo trabajando u ocupándote de diferentes actividades, procura propiciar momentos familiares, sin celulares o distractores como la televisión, para generar estrechar lazos y acercarte a la familia.
- Duerme lo suficiente
Uno de los mayores retos para las mamás es, sin duda, dormir bien. La recomendación general de sueño es de seis a ocho horas diarias; pero si algo les hace falta a las mamás son horas en el día y, lamentablemente, lo que más sacrifican es el sueño. La pérdida de sueño puede ocasionar malos hábitos de alimentación, fatiga y estrés, entre otros efectos secundarios. Organizar tu día te ayudará a no quitarle prioridad al tiempo del sueño y descanso.
- Reserva tiempo para ti misma
Es muy importante dedicarte un tiempo, ya sea para realizar tu rutina de ejercicio, leer un buen libro, asistir a una clase, beber un té, salir con amigas, tomar una siesta o, simplemente, un respiro. Estos momentos te permitirán recargar pilas para hacer todas tus labores de la mejor manera. Recuerda anotar en tu plan diario un tiempo para ti, para que no lo dejes de lado.
¡No te dejes al último!
Referencia
[1] https://www.leeds.ac.uk/news/article/3348/occasional_family_meals_boost_kids_fruit_and_veg_intake