Es importante saber identificar los síntomas y diferenciarlos de otros padecimientos, el dolor de estómago es común entre los niños, y la fuente exacta no siempre es fácil de identificar. Pero cuando son persistentes y el problema continúa durante tres meses o más hay que evaluarlo.
Si todavía no se ha valorado al niño, haga un cita con el médico de cabecera de su hijo, quien en caso necesario los remitirá donde un gastroenterólogo especializado en la atención de niños. No obstante, por lo regular existen maneras de controlar eficazmente los dolores de estómago incluso cuando no se puede identificar la fuente exacta.El Dr. William Faubion, Gastroenterólogo de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota menciona que otras señales de alarma relacionadas con los dolores del estómago que deben evaluarse incluyen las siguientes:
- Diarrea crónica
- Fiebre
- Vómito frecuente
- Heces sanguinolentas o negras como la brea
- Dolor repentino o fuerte
- Movimientos intestinales durante la noche
El Dr. Faubion agrega que cuando el niño que sufre dolores de estómago no crece a la velocidad normal o pierde peso, eso puede señalar la presencia de un problema médico subyacente que también amerita evaluación.
Recomienda que el primer paso en la evaluación del dolor de estómago crónico en un niño normalmente implica conversar detalladamente sobre los antecedentes médicos del pequeño, que incluyen también los antecedentes familiares y agrega que “es importante que el médico de su hijo conozca los detalles de la afección, por ejemplo, cuándo empezó el dolor, cuánto dura normalmente y cualquier otro síntoma que el niño presente”.
Otros síntomas en particular, como hinchazón en las articulaciones, ojos rojos o dolorosos y sarpullidos en la piel pueden permitir descubrir la causa subyacente. Luego viene el examen físico, seguido por radiografías y análisis de sangre que también pueden ser útiles. En algunos casos, puede ser útil realizar una endoscopia (examen que implica atravesar un tubo iluminado o endoscopio dentro del colon o estómago e intestino delgado). Si el médico observa alguna zona de tejido sospechoso durante la endoscopia, posiblemente extraiga una muestra para analizarla y determinar si eso es parte del problema y dicha información ayuda a diagnosticarlo.
Cuando no se encuentra ninguna otra enfermedad específica, se puede entonces considerar la presencia del síndrome del colon irritable (IBS, por sus siglas en inglés). El síndrome del colon irritable es una afección del intestino que generalmente produce dolores de estómago, además de cólicos, distensión abdominal, gases y diarrea o estreñimiento. Es importante anotar que pese a ser raro el diagnóstico de síndrome del colon irritable entre los adolescentes, sí se encuentran casos verdaderos de la enfermedad en niños menores de diez años.
En muchos niños pequeños que sufren de dolor de estómago crónico no se puede identificar la causa del dolor aclara el Dr. Faubion, y eso puede ser muy frustrante para el niño y los familiares. Sin embargo, hasta en los casos en que el dolor de estómago no tiene explicación, algunas medidas pueden servir para controlarlo, como por ejemplo, realizar cambios en la alimentación, disminuir el estrés, aplicar técnicas de relajación y hacer actividad física de manera regular.
“Si pese a la evaluación exhaustiva de su hijo no fuese posible identificar la fuente del dolor de estómago, consulte con el médico del niño respecto a las medidas que puede tomar para aliviar los síntomas. Con el transcurso del tiempo y cambiando de comportamiento, el dolor de estómago crónico de los niños a menudo mejora”, finaliza el Dr. William Faubion.