Bradicardia
De acuerdo con el Dr. Luis Alcocer, Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital General de México, la bradicardia puede tener una gran cantidad de significados, el más frecuente es perfectamente normal y hasta deseable en personas que hacen ejercicio, especialmente de fondo, y que llegan a tener frecuencias muy bajas, hasta de 40 latidos por minuto. También es normal que haya bradicardia durante el sueño; cuando la persona duerme profundamente se alcanzan 40 o 50 latidos por minuto. Algunos ancianos también pueden tener frecuencia cardiaca baja y eso es totalmente normal.
Sin embargo, explica, cuando la bradicardia es ocasionada por causas “anormales” puede poner en peligro la vida. “Esto puede presentarse cuando falla la parte del corazón que se encarga de llevar la frecuencia cardiaca, entonces se produce bradicardia crónica, que puede ser peligrosa si llega a niveles muy bajos, entonces la persona puede presentar pérdida del conocimiento y sensación de cansancio muy importante. Esta alteración se trata con un marcapasos.
También puede ocurrir por el consumo de algunos medicamentos, como los metabloqueadores, que buscan disminuir la frecuencia cardiaca para ahorrar energía al corazón, entre otros”.
El especialista comenta que otra de las causas que predisponen la bradicardia en personas sanas es por lo que se llama una exageración de la respuesta del nervio vago, frecuentemente en jovencitas que, frente a un estímulo como ver sangre, puede bajarles la presión arterial, la frecuencia cardiaca y tener desmayo o síncope.
La bradicardia no es una enfermedad por sí misma, puede ser manifestación de una enfermedad, como puede ser signo de una buena condición física.
Gracias a la bradicardia los deportistas aguantan sus niveles de entrenamiento; envía la cantidad de sangre que se necesita para todo el cuerpo de una manera muy eficiente, con menor número de latidos; ésa es la diferencia en el corazón entrenado y el corazón no entrenado: “si uno no está entrenado el número de latidos tiene que ser muy grande para producir una entrega correcta de nutrientes y oxígeno a los músculos, si uno está entrenado, esa misma entrega se hace con un menor número de latidos, con lo cual se ahorra energía para el corazón”, puntualiza el doctor Alcocer.
Nuestra frecuencia cardiaca varía de 60 a 100 latidos por minuto, si hay menos de 60 la llamamos bradicardia, que quiere decir corazón lento en latín; si pasa de 100 la llamamos taquicardia, o corazón rápido también en latín.
facebookLinkedIntwitterPin ItWhatsAppBuffer