Las células plasmáticas que se encuentran en la sangre, nos ayudan a producir anticuerpos, que nos defienden de bacterias, virus, parásitos y hongos. Cuando estas células se enferman, se presenta el mieloma múltiple, que es un tipo de cáncer.
“Las células plasmáticas están en la médula ósea principalmente, en la médula de nuestros huesos y después de un tiempo determinado, producen defensas para el organismo. Además se pueden encontrar en los ganglios linfáticos, en los vasos, pero muy pocas veces en la sangre periférica,” explica el Dr. Jorge Vela, jefe del Servicio de Hematología del Centro Médico “La Raza”.
“Los linfomas son cánceres de algunos linfocitos que son diferentes a esta enfermedad, pero ellos están integrados en un grupo conocido como enfermedades linfoproliferativas malignas”. Tanto el linfoma como el mieloma forman parte de este grupo, pero son diferentes porque los otros cánceres afectan a los ganglios linfáticos, y el mieloma afecta a la médula ósea y a todo el organismo.
Hay cuatro enfermos de mieloma por cada cien mil habitantes por año. Se presenta en la misma proporción entre hombres y mujeres. La edad en la que es más frecuente, es alrededor de los 60 años, es una enfermedad de la tercera edad. Sin embargo se ha visto que en México y en Latinoamérica en general, cada vez se presenta en personas más jóvenes.
Síntomas
“El dolor de huesos es el síntoma más importante, lo peligroso, es que por la edad puede confundirse con algún padecimiento degenerativo como artritis. Lo que duele en un principio son los huesos de las vértebras dorsolumbares” (Ubicadas en la parte media y baja de la espalda).
También pueden tener anemia, cansancio, debilidad, falta de hambre, palidez, alguna falla en los riñones y alto calcio en la sangre.
Diagnóstico
El especialista que se encarga de la atención de estos pacientes es el hematólogo. Lo que hace para identificarla, es tomar estudios basales y radiografías de los huesos.
“Cuando hacemos el estudio encontramos que los pacientes con esta enfermedad presentan lesiones líticas, que son como agujeros en los huesos que se identifican a través de la radiografía” asegura el Dr. Vela.
Esta enfermedad se divide en tres grados: La lesión grado uno es muy leve y similar a la osteoporosis, pero sólo se observa en el 5% de los enfermos. La lesión tipo 2 es cuando ya hay más agujeros en los huesos donde se produce la sangre. La mayor parte de los pacientes llegan con lesiones tipo 2 y 3 que ya están muy diseminadas.
El tratamiento se divide en dos partes:
Medidas generales. “Si se tiene anemia lo primero que se hace es una trasfusión, o si tiene insuficiencia renal se trata, si tiene alguna infección se le dan antibióticos, o si bien, si tiene calcio se le dan medicamentos generales”.
Contra el padecimiento. La quimioterapia y el trasplante de células hematopoyéticas son dos de los recursos que han cambiado la perspectiva de estos pacientes, que en conjunto con medicamentos modernos como el bortezomib o lenalinomida les proporcionan una mejor calidad de vida.
“La combinación de estas herramientas para el tratamiento y una detección oportuna, le da al paciente la posibilidad de vivir de 5 a 8 años más. Como algunos de los medicamentos son nuevos, no se sabe que pasará en 10 años, pero es probable que les proporcione una expectativa de vida mayor”.
Como no hay una forma de prevenir, es esencial que toda persona mayor de 50 años acuda dos veces al año, a una visita médica, en la que además de revisión, se realicen estudios de laboratorio para detectar problemas como este a tiempo.
“La dieta que deben llevar los enfermos en un inicio debe ser baja en proteínas en caso de que presentan daño en los riñones, es decir se tiene que dar una alimentación que ayude a controlar los problemas secundarios generados por el padecimiento, como la anemia” explica.
Una vez controlada la enfermedad, la dieta es prácticamente la misma, salvo porque se deben consumir siempre alimentos ricos en calcio y vitamina D.
“También se aplican medicamentos que ayudan al reestablecimiento de los huesos, son los llamados bifosfonatos, de los cuales el más común es el ácido zoledrónico” asegura el Dr. Jorge Vela.
“En general, el paciente no puede levantar objetos pesados o realizar ejercicios de alto impacto ya que puede presentar fracturas. Una vez que se comienza el tratamiento, y cuando el médico lo indique, puede llevar una vida normal”.