Casi todas nos sentimos un poco incómodas durante la menstruación, y una de las cosas que más nos importa, es mantenernos limpias. Sin embargo, es importante que estemos al tanto de los productos y técnicas más adecuadas para nuestro cuerpo, ya que la zona vulvar requiere de cuidados especiales.
Dado que anatómicamente en el área genital se encuentran pliegues y labios menores, que están cubiertos por los labios mayores, es importante asearlos durante el baño diario y con mayor razón durante la menstruación, pues en los primeros días el flujo se presenta en mayor cantidad.
De acuerdo con la Ginecóloga y Sexóloga, Luz María Bravo, los puntos a resaltar al hablar de higiene y menstruación son los siguientes:
• Toallas higiénicas
Se recomienda utilizar toallas que no contengan perfumes ni aditivos. Se deben cambiar cada cuatro o seis horas, aunque no se encuentren lo suficientemente mojadas, para evitar que la sangre se descomponga y produzca mal olor.
• Duchas vaginales
No es recomendable su uso porque alteran el balance normal de la vagina afectando la flora que se necesita para ayudar a mantener el pH de esta zona.
• Shampoo de higiene íntima
Los jabones en barra no cuentan con el pH ideal para la zona íntima (vulva) y lo modifican, ocasionando el aumento de infecciones. Por ello, se recomienda utilizar un shampoo diseñado específicamente para esta zona, elaborado a base de ácido láctico y lactoserum como Lactacyd, que tiene un pH ácido, el cual hidrata y mantiene el equilibrio natural de la piel, pues contiene ingredientes extraídos de la leche lo que proporciona una sensación de frescura a los genitales.
• Tampones
Es necesario lavarse las manos antes y después de colocarlos, cambiarlos cada cuatro o seis horas y no utilizarlos al dormir. El uso de éstos debe ser en situaciones especiales como al nadar, realizar un deporte y nunca de rutina.
• Infecciones
Los malos olores que provienen de la zona genital, comezón y ardor son algunos de los síntomas que indican la probable presencia de una infección, por ello es necesario acudir con el ginecólogo, quien es la única persona capacitada para establecer un diagnóstico y un tratamiento correcto.
Con asesoría de la Dra. Luz María Bravo Marín, Ginecóloga y Sexóloga