Las pecas son manchas de diferentes tonos de café, de formas irregulares y llegan a ser hereditarias. Se asocian con el color blanco de la piel, el cabello rubio y los ojos azules. Entre más exposición al sol, mayor será la intensidad de su color.
Miden por lo general medio centímetro, pero cuando se empalman unas con otras, parecen como placas grandes en las partes de nuestro cuerpo más expuestas a la luz solar como la cara, espalda y el “v” del escote.
Tienden a aparecer durante los primeros tres años de vida y a disminuir su apariencia o desaparecer con la ausencia de la exposición solar. Su frecuencia máxima es la adolescencia temprana.
No necesitan ser tratadas, a menos que sea por una cuestión estética. El tratamiento ideal es el uso de bloqueadores solares, despigmentantes en forma de crema o, bien, mediante peelings cuya finalidad es eliminar la pigmentación.
Es importante mencionar que las personas que tienen pecas tienen mayor susceptibilidad a las quemaduras y a una mala respuesta al bronceado. Estas lesiones son indicio de exposición solar intermitente, es decir, la que reciben en forma periódica y no crónica, esto produce un daño por las radiaciones que acumula, propiciando efectos de multiplicación y mutación como el cáncer de piel.
Sin embargo, este tipo de manchas van disminuyendo su tonalidad siempre y cuando no exista exposición al sol. Si tienes pecas procura visitar regularmente al dermatólogo.
Si requieres más información visita: www.fmd.org.mx