Parto en agua
El parto en agua es toda una experiencia, no sólo para la madre, sino para toda la familia y la gente involucrada.
“Yo tuve a mi bebe en agua, mi esposo estuvo ahí y cortó el cordón umbilical. Tomé el curso psicoprofiláctico en donde te enseñan todo lo que te va a ir ocurriendo durante el parto, te quita todas las dudas. Es una experiencia inolvidable, abrazar a tu bebé cuando acaba de nacer y que no lo separen de ti, es lo mejor” comenta Ma. Luisa Melesio.
La tina en la que se realizan los partos en agua, permite a las mujeres descansar y estirar las piernas cuando ya están muy cansadas. Su tamaño es mediano para que no floten y se sientan seguras. La temperatura del agua es de entre 36 y 37 grados centígrados, lo que la convierte en un anestésico muy efectivo.
“La mujer tiene la posibilidad de escoger la posición en la que se siente más cómoda para parir, ya sea en cuclillas, a gatas, como lo prefieran. Se busca usar menos químicos y que la mamá esté más tranquila, generalmente no se usa ni bloqueo ni episiotomía, salvo que sea estrictamente necesario” comenta Gabriela Zebadúa, directora de Mi parto en agua.
En esta institución sólo se realizan 8% de cesáreas, el resto se logran tener de la forma más natural posible, únicamente el 1% de ellas piden un bloqueo. El padre juega un papel esencial en el proceso, ya que tiene la posibilidad de estar dentro de la tina, ayudar a su pareja y guiarla.
Ventajas para la mujer
El 90% de las mujeres tenemos la capacidad anatómica y funcional para tener hijos por vía natural; el otro 10% ya sea por problemas de la mujer o del bebé, deben de nacer vía cesárea.
“La cesárea tiene indicaciones muy específicas, complicaciones que no se pueden ver durante el trabajo de parto. La ventaja de ella, es que el médico tiene control sobre lo que sucede y se pueden regular tiempos” asevera la Dra. Raquel Loza Ochoa, ginecobstetra especialista en partos en agua de la Institución.
El agua disminuye el dolor y permite que la mamá esté en mayor movimiento, lo que contribuye a que el bebé se acomode con más facilidad, y a que se puedan detectar problemas a tiempo, si es algo que no se puede resolver, se recurre a la cesárea.
“El tiempo promedio que dura un trabajo de parto es de 12 a 24 horas, en agua es lo mismo, lo que se reduce es el tiempo en el que se va a sentir dolor intenso, se logra que sean solo unas dos o tres horas”.
Se sabe además, que las mujeres viven un trabajo de parto sienten mayor apego por sus hijos, y si el padre las acompaña, logran que el vínculo emocional de pareja y de familia, se refuerce.
Lo ideal es que en cuanto el bebé nazca se le comience a alimentar, “mientras más tarde en alimentarlo, tardará más tiempo en que le baje la leche, y además de esta forma la placenta se desprende más rápidamente”.
Ventajas para el bebé
“Como nace de un medio acuático a otro medio acuático, tienen menos adrenalina negativa, están menos estresados. Las mamás que han tenido hijos por cesárea y en agua, saben que los que nacen por este medio son más tranquilos” explica Gabriela Zebadúa.
De acuerdo al test que se les hace cuando nacen, la prueba Apgar, se sabe que los bebés que nacen por este medio dan mejor calificación, ya que tienen una mejor respuesta al respirar ya que la temperatura ambiente es mucho más agradable, y la transición de ambientes produce menos shock.
“Como la mamá está menos estresada durante el proceso, produce menos insulina y por lo tanto recibe menos el bebé, entonces tiene menor riesgo de ser hipertenso y diabético” asegura la Dra. Raquel Loza.
Además como realiza esfuerzo durante el trabajo de parto, el desarrollo psicomotriz es mejor. “También durante el canal del parto el bebé va sacando el líquido”.
El costo
En este lugar tienen paquetes desde 28 mil pesos que incluyen tanto el curso psicoprofiláctico, los médicos y las hospitalización, que debe ser de un día riguroso. En caso de que se tenga que hacer cesárea se cobren 3 mil pesos más, “es tan poquito porque nuestro índice de cesárea es muy bajo”.
El parto en agua se tienen los mismos riesgos y se presentan las mismas complicaciones que se presentarían en un parto regular.
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