Con el fin de año, viene el recuento de las cosas que pensamos no hicimos bien y de lo que queremos mejorar. Los propósitos son muchos pero siempre nos cuesta trabajo plantearlos correctamente y después lograrlos.
En general siempre se tratan de mejorar nuestro trabajo, nuestras relaciones personales, de tener una mejor salud, en fin, lograr cambios que nos beneficien.
“Para que nuestros propósitos sean inteligentes, deben ser específicos, medibles y alcanzables, es decir, debemos establecer tiempos determinados en los que los vamos a alcanzar, de esta forma los hacemos más reales” comenta Víctor Iñigo, Presidente y Fundador del Instituto de Consejería y Análisis de Temperamento A.C. (ICAT).
“El conocimiento de nuestro temperamento es esencial para plantear y lograr esos propósitos. Esto nos da mucha información acerca de nosotros mismos, ya que el temperamento es parte fundamental de nuestra personalidad, hay otra parte que es el carácter y que se ve influenciado por muchos aspectos externos, como lo que nos sucede en el día”.
El temperamento, es lo que nunca cambia de nosotros mismos, es consistente y nos da información de la forma en la que percibimos el mundo, de lo que es importante para nosotros.
“Entonces si yo conozco mi temperamento sabré también cuáles son mis prioridades, cuáles son mis fortalezas y habilidades, todo esto se relaciona con mi conducta” puntualiza.
Pero es muy importante también conocer el de los demás, porque esa información acerca de su visión y sus fortalezas nos va a ayudar a interrelacionarnos mejor y a entender las prioridades de los demás.
“Los temperamentos son patrones de comportamiento que muchos expertos han investigado. Si identificas cuál es el tuyo y cómo te interrelaciones con los demás, todo esto aunado a conocer mejor cuál es tu estilo de comunicación, lo puedes usar para solucionar tus dificultades y entonces lo que se pretende es crear autodeterminación para solucionar nuestros problemas” agrega Víctor Iñigo.
Lo más importante es reconocer las diferencias humanas, porque al hacerlo, puedes aceptar y reconocer, ser tolerante a el cambio. El ser inteligente con esto de los propósitos es precisamente lograr que se den cambios positivos.
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