Con la hipertensión arterial (HTA) lo peor que está pasando hoy en día es que sólo una de 10 personas que la padece lleva un control de su presión arterial, sin embargo, por ese descuido y la falta de conciencia sobre sus consecuencias la convierten en la enfermedad más peligrosa y mortífera del planeta.
Como no presenta síntomas y casi todo el tiempo pasa desapercibida, para el paciente hipertenso desde que se le diagnostica la enfermedad, que puede ser antes de los 40 años, resulta molesto como una piedra permanente en el zapato saber que debe cuidar sus hábitos de vida, sin embargo, las más de las veces no sabe como hacerlo “y como no siente nada, abandona el tratamiento”.
El cardiólogo argentino, Guillermo Fábregues, experto en HTA, sostiene que las complicaciones pueden resultar toda una sorpresa para el paciente en el lapso de 15 años, porque en 30% de los casos o más va a conjuntarse con diabetes mellitus tipo 2 (DM2), “aunque lo peor es la insuficiencia cardiaca que ha estado latente durante mucho tiempo y no se ha atendido”.
En México como en muchos lugares de América Latina, cuando los hombres llegan a los 50 años, posiblemente 50% sea hipertenso y no lo sabe, sin embargo las mujeres al poco tiempo de debutar en la menopausia los alcanza y en un par de años los rebasa en número con la enfermedad”.
Para entender claramente qué es la hipertensión arterial, se debe considerar que cada vez que late, el corazón impulsa la sangre que transporta oxígeno y nutrientes a través del organismo, mediante kilómetros de arterias y venas.
La presión arterial es precisamente la fuerza con la que entra la sangre a esos conductos, una fuerza que la lleva a chocar con las paredes de venas y arterias, por lo que requiere de determinada presión para llegar a todos los rincones del cuerpo.
Sin embargo, cuando la presión sube de más y se mantiene en ese nivel, puede lesionar arterias y los órganos internos más delicados del cuerpo, a los que se identifica como órganos blancos, tales como riñones, corazón, cerebro y algunas partes de los ojos.
Además, resulta importante saber que ese nivel elevado de la presión obliga al corazón a trabajar de más, lo que a largo plazo tiene consecuencias graves en el paciente.
Al paso de los años, con la edad, la placa de grasa o colesterol malo acumulado en las paredes de las arterias de manera natural, o como enfermedad, la ateroesclerosis, con la presión arterial elevada se corre riesgo de que por la fuerza de la sangre y el daño ocasionado en las arterias, éstas se tapen y ocasione un infarto al miocardio.
“De cualquier manera, el paciente con HTA está condenado a sufrir de insuficiencia cardiaca, y si no hay un control con medicamentos ni lleva un patrón de vida sanos con su alimentación y ejercicio, por eso es que estamos posiblemente ante la enfermedad más peligrosa y mortal”.
El especialista, quien es vicepresidente de la Fundación Cardiológica Argentina, se pronunció porque los médicos dejen de atender en cinco minutos a sus pacientes, “porque de esa manera no van a encontrar el fondo de las consecuencias que está padeciendo el paciente hipertenso ni van a convencerlos de que deben seguir su tratamiento”.
Ante un centenar de cardiólogos convocados por MSD, expuso que 20 mil 821 hipertensos mueren al día, porque los pacientes de todas las enfermedades asociadas a la HTA, como dislipidemias, diabetes, obesidad y síndrome metabólico, “abandonan el tratamiento antes de un año, además de que sólo uno de 10 hipertensos mantienen un control médico”.