A todos nos gustaría recibir una atención médica de calidad y libre de riesgos, en la que nuestra salud sea la prioridad. Desgraciadamente esto no siempre se desarrolla de manera positiva, y los errores se hacen presentes.
“Hablar de seguridad del paciente, es hablar de una atención médica libre de daño accidental. Lo que hace la Sociedad es convocar a profesionales de la salud, investigadores y docentes a promover la calidad y seguridad de los pacientes en un marco ético de atención, en todo lo que es América Latina y el Caribe” comenta la Dra. Odet Sarabia González Coordinadora de Seguridad para los pacientes de la Sociedad Mexicana de Calidad y Seguridad en la Atención a la Salud (SOMECASA), e integrante de la Sociedad Latinoamericana para la Calidad en Atención de la Salud.
Y en este tema las diferencias entre hospitales públicos y privados se hacen presentes, pues sus objetivos, algunas veces, en lugar de estar enfocados a beneficiar a la población, buscan obtener recursos o ahorrar recursos, según sea el caso.
“En el público los recursos son limitados, los objetivos son la atención de la salud de la población que está asegurada con ellos, y en cambio uno privado sí está enfocado a la salud pero tiene otros incentivos de tipo económico. Es un punto de vista bastante diferente.”
“La Sociedad está convocando a los profesionales de la salud a que se incorporen a saber lo que es la seguridad, la calidad a proponer mejoramiento en la atención a la salud, buscamos permear a todo el sector salud para mejorar la disposición de herramientas científicas, tecnológicas y de salud que apoyen la manera de mejoramiento sustentable de salud” explica.
Algunas de las propuestas clave de la Sociedad en este tema son:
• Que la atención de la salud sea de calidad y segura.
• Que identifiquen a los pacientes al menos con dos identificadores para que no haya confusión.
• Que se haga una adecuada higiene de manos.
• Que se utilice una lista de cotejos en cirugía.
• Que el uso de antibióticos sea racional, que no se receten los que son muy agresivos y cuando el esquema del paciente no los requiere, porque esto genera resistencia antibacteriana.