Tatuajes de henna

La aplicación de tatuajes temporales en este verano, lejos de ser una diversión puede convertirse en una pesadilla y recordarse para siempre con una reacción inflamatoria en la piel por el resto de la vida.

Como no hay una regulación ni seguimiento específico de las autoridades sanitarias sobre este tipo de tatuajes, la sustancia que se utiliza para pigmentar la piel, las hojas de henna, misma sustancia que se utiliza para los tintes de cabello con una proporción del 2%. En el caso de la tinta para los tatuajes povisionales esa cantidad de extracto de henna alcanza el 15% o más, que lo convierte en una sustancia dermotóxica.

La tintura que sueltan las hojas de henna (Lawsonia Inermis) es por su naturaleza rojiza, de modo que para funcionar como tatuaje requiere de una porción mayor a la que se utiliza para pintar el cabello para lograr oscurecer el grabado en la piel.

Las fórmulas de los tintes de pelo forman parte de la competencia de una gran industria mundial y que a capricho del mercado de la moda, refuerzan cada día un colorido incluso capaz de dar sedosidad y naturalidad al cabello.

Por el contrario, en el caso de los tatuajes y sobre todo en México, no hay una industria formal de por medio, porque su comercialización que va de los tianguis a las plazas comerciales, llega a ser subterránea e informal en las playas, donde los niños son sujetos a la mayor exposición a éstos, al formar parte de la diversión en vacaciones.

El dermatólogo Enrique García durante amplio seminario de la Fundación Mexicana para la Dermatología, advirtió sobre la falta de controles sanitarios en las fórmulas de los tatuajes provisionales, “entre las cuales, estudios de las sustancias que se emplean para entintar provisionalmente la piel, encontramos que en su base de henna se aplica 15% o más, lo que resulta tóxico para la piel y puede ocasionar lesiones permanentes”.

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De apariencia inócua y con la suerte de que en algunas ocasiones se quite la tinta al paso de días o semanas, “tenemos casos de personas que al paso de tres semanas sufren de reacciones inflamatorias con lesiones exageradas que incluso pueden marcar de manera grotesca, debido a la inflamación, las líneas del dibujo tatuado”.

Lo que sucede, explica, es que la henna en altas proporciones puede reaccionar con otras sustancias empleadas en el tatuaje, tales como aceites, colorantes, resinas o parafenilendiamina, lo que provoca incluso alergia en la piel y una elevada toxicidad que deriva en inflamación prolongada.

La dilatación de estas sustancias en relación con las porciones tóxicas de henna, las más de las veces, se debe a la elevada exposición a los rayos solares en la temporada vacacional, un trastorno dermatológico que puede convertirse en permanente y que depende tanto de la genética como de las condiciones particulares de cada tipo de piel.

En la mayoría de los casos, el daño es de tipo inflamatorio con algunas laceraciones que siguen el dibujo del tatuaje trazado, pero en otros quedan restos de manchas, como si fueran provocadas por quemaduras de hasta tercer grado y cicatrices que se intercalan con rasgos inflamatorios y úlceras.




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