De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud 2006 se sabe que el 30.8% de la población de más de 20 años es hipertensa.
El 50% de la población masculina y femenina de más de 60 años presenta esta enfermedad y los adolescentes cada vez están más expuestos a este tipo de padecimientos por la gran incidencia de obesidad y de sedentarismo.
Las cifras son preocupantes de ahí que el Dr. Froylán Limón, titular del curso de Ciencias Clínicas del módulo de Cardiología en el Instituto Politécnico Nacional y gerente médico de la línea Cardiovascular de Merck Sharp & Dohme, dice que el miedo no es justificación para no ir al médico, para no conocer nuestros niveles de colesterol, glucosa, presión arterial, entre otros.
Casi todos pensábamos que cuando los niveles de estrógenos bajaban en las mujeres en etapa de menopausia, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares aumentaba. Sin embargo, hoy en día existen muchos artículos en los que se habla de que las enfermedades del corazón ya no están tan relacionadas con las hormonas. La edad es el factor para que se presente este padecimiento en hombres y mujeres. “Conforme nos vamos haciendo viejos estamos más propensos a sufrir de un sin fin de enfermedades” comenta el Dr. Limón.
La hipertensión arterial “el asesino silencioso” puede llegar a dañar muchos órganos además del corazón, como el riñón, cerebro y otros, si no es correctamente controlada o si el paciente no cumple con las medidas de prevención y toma sus medicamentos.
Siguiendo la regla de las mitades como comenta el Dr. Froylán, podríamos decir que del total de hipertensos sólo la mitad se sabe enfermo, de los que se saben enfermos sólo el 50% se encuentra en tratamiento y de los ellos sólo el 50 por ciento está bien controlado. Es decir, que si hiciéramos esto tomando en cuenta a 10 pacientes, sólo 1 de esos diez estaría bien controlado, ¿preocupante no?
Para llevarnos bien con la enfermedad es indispensable aceptar que se tiene un padecimiento crónico, que no se cura y entonces tomar las medidas para vivir de lo mejor. Es muy probable que tengas que tomar un medicamento para siempre, pero de este hábito, y de una dieta adecuada y ejercicio, depende tu bienestar.
Lo cierto es que estás en todo tu derecho de pedirle a tu médico un medicamento que se ajuste a tus necesidades. De hecho es obligación de tu doctor diseñar una terapia adecuada a tu cuerpo y a tu estilo de vida. “Hoy en día existen medicamentos que controlan muy bien la presión y que se toman una vez al día como el Lostartán, por lo que el paciente se olvida de pastillas en todo el día y continúa con su vida normal” dice el Dr. Limón.
La prevención siempre es lo más importante. Procura mantener un peso adecuado, llevar una dieta rica en frutas, vegetales, baja en grasas y sal, realizar una actividad física y consumir poco alcohol. Debes tener mucho más cuidado si tus padres o algún otro familiar cercano son hipertensos ya que el tener una carga genética es determinante para llegar a presentar este padecimiento.