Los investigadores de Mayo Clinic dicen que estos resultados les ayudarán a seleccionar a los pacientes para ensayos clínicos con virus oncolíticos y a moldear el diseño y el uso de esos virus en la medicina, incluso el desarrollo de terapias combinadas efectivas.
Los investigadores descubrieron que una vía de comunicación molecular, sobre la cual se creía que era defectuosa en el cáncer, desempeña un papel fundamental para determinar la eficacia del tratamiento con el virus del sarampión oncolítico en el cáncer de ovario y otros cánceres agresivos del cerebro. El descubrimiento permitió a los investigadores desarrollar un algoritmo para predecir la eficacia del tratamiento en cada uno de los pacientes con cáncer de ovario y cerebro. Los resultados se publicaron en la Revista del Instituto Nacional del Cáncer [1].«El descubrimiento y el algoritmo permitirán personalizar el tratamiento contra el cáncer porque se podrá cotejar a los pacientes más adecuados con las terapias víricas oncolíticas. Además, se podrá saber a quiénes ayudará la combinación de la terapia vírica contra el cáncer con otros métodos inmunitarios«, comenta la autora experta del trabajo, Dra. Evanthia Galanis, presidenta de Medicina Molecular en la sede de Mayo Clinic en Rochester.
Este canal de activación, conocido como vía de respuesta del interferón, se consideraba defectuoso en las células cancerosas; sin embargo, el equipo investigación dice que no es así. El equipo examinó las variantes y las firmas genéticas que podrían identificar las vías que mostraron resistencia contra los tratamientos víricos desarrollados por Mayo Clinic desde hace mucho tiempo.
Los investigadores probaron su algoritmo en tumores humanos de ovario y cerebro trasplantados en ratones, así como en pacientes de ensayos clínicos fase uno. Descubrieron una firma genética ponderada que podría predecir la sensibilidad y la resistencia al tratamiento. Los estudios subsiguientes también revelaron que era posible superar la resistencia mediante la redirección del ruxolitinib, fármaco autorizado para tratar trastornos cancerosos de la sangre. Este fármaco apunta contra la vía de respuesta del interferón y aumenta la eficacia de la terapia vírica del sarampión en un factor de mil.