Vivir con dolor neuropático puede dificultar hasta las tareas más simples de la vida cotidiana. Estudios recientes han demostrado que el dolor neuropático puede afectar de manera adversa la calidad de vida del paciente tanto en la función física como emocional y con altos costos sociales, pues a menudo se presenta junto con otras condiciones debilitantes.
“El dolor neuropático altera un 43% el estado de ánimo, 90% el sueño e incrementa la ansiedad en un 55%”, aseguró la doctora Margarita Araujo, Algóloga, explicó que representa un reto de salud pública a nivel mundial debido a que es comúnmente subdiagnosticado, subtratado, y se asocia con sufrimiento, discapacidad, deterioro en la calidad de vida y costos elevados. No existen estimaciones sobre estos costos en nuestro país, pero en Estados Unidos se estima que la discapacidad relacionada a este conjunto de enfermedades asciende a 40 billones de dólares anuales.
La International Association for the Study of Pain (IASP, Sociedad Internacional para el estudio del dolor) define el dolor neuropático como: el dolor iniciado o causado por una lesión primaria o disfunción del sistema nervioso central o periférico con alto grado de complejidad; pudiendo variar su intensidad desde leve hasta severo e incapacitante, que inclusive puede impulsar al que lo padece a tendencias suicidas debido a su agudeza.
En conferencia de prensa en marco del Día Mundial Contra el Dolor que se celebrará el próximo 17 de octubre, la especialista en Anestesiología, Manejo de dolor y cuidados paliativos, comentó que “en el caso de la diabetes mellitus se sabe que aproximadamente 1 de cada 4 pacientes que la padecen desarrollarán neuropatía diabética dolorosa en algún momento el trascurso de su padecimiento”.
De acuerdo a un estudio con pacientes con dolor neuropático, éstos dejan pasar hasta 19 meses en promedio antes de consultar a un médico acerca de sus síntomas, principalmente porque creen que el dolor va a desaparecer solo, y llegan a visitar dos o más doctores antes de recibir el diagnóstico correcto. Una vez que el paciente consulta al médico acerca de su dolor, una comunicación limitada o no efectiva puede retrasar aún más el diagnóstico de Dolor Neuropático.
De los médicos que participaron en este mismo estudio, la mayoría considera que es difícil identificar el dolor neuropático. Esto es importante porque los tratamientos que pueden ser efectivos en otros tipos de dolor, generalmente, no proveen alivio en pacientes con este padecimiento.
A pregunta expresa sobre los síntomas, la doctora Araujo explicó que un paciente con dolor neuropático puede presentar dolor punzante, ardoroso o quemante o similar a una descarga eléctrica, puede ser invalidante, progresivo y de larga duración.
Existen varias clases de dolor neuropático, éstas incluyen:
- Neuropatía diabética periférica – una complicación de la diabetes que afecta el tejido nervioso
- Neuralgia postherpética – dolor persistente o recurrente en la zona de la erupción del herpes zoster.
- Neuralgia del trigémino – periodos de dolor facial agudo y punzante cerca de la nariz, la boca, los ojos y las orejas, intercalados con periodos sin dolor.
- Neuropatías por compresión como el Síndrome del Túnel Carpo – dolor en la mano y la muñeca.
- Algunos casos de dolor de espalda y cuello.
- Dolor del miembro fantasma – una sensación de dolor que se origina de una zona de un miembro amputado.
- Esclerosis múltiple – dolor en varios lugares de los miembros inferiores y superiores.
- Dolor posterior al accidente cerebrovascular.
- Dolor neuropático relacionado con el cáncer (inducido por el tumor o la quimioterapia).
- Dolor neuropático inducido por fármacos.
- Distrofia Simpática Refleja también conocida como Síndrome de Dolor Regional Complejo – un síndrome neurológico crónico.
Al finalizar, la especialista recalcó que el abordaje terapéutico debe ser individualizado e incluye aspectos físicos como los psicosociales. “Los objetivos terapéuticos son mitigar el dolor, mejorar el movimiento y la fuerza muscular, controlar el estrés y estabilizar el estado de ánimo. Actualmente existen tratamientos que reducen significativamente los síntomas desde la primera semana de tratamiento en forma eficaz y con alta tolerabilidad”, concluyó.