“Hoy en día el reto no sólo está en lograr esquemas más flexibles dentro de los ambientes corporativos, sino también en hacer conscientes a las mujeres en que la responsabilidad laboral no está peleada con la lactancia”, explica Patricia de la Fuente, directora de Servicios Educativos para el Desarrollo Infantil (SEDI), quien coincide con que la productividad de las madres trabajadoras está directamente relacionada con la tranquilidad personal, misma que está ligada con el bienestar de sus hijos.
La lactancia natural es el mejor modo de proporcionar al recién nacido los nutrientes que necesita. La OMS la recomienda como modo exclusivo de alimentación durante los 6 primeros meses de vida; a partir de entonces se recomienda seguir con la lactancia materna hasta los 2 años, como mínimo, complementada adecuadamente con otros alimentos inocuos.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) cuentan con una serie de programas de educación y para prevenir la discriminación, en donde se recomienda:
- Implementar salas de lactancia.
- Facilitar opciones para las madres trabajadoras, como horarios para extracción de leche materna.
- Trabajar bajo esquemas de trabajo desde la casa (homeoffice).
- Tener la opción de horarios flexibles.
- Posibilitar el acceso a guarderías cerca o en el lugar de trabajo.
Patricia de la Fuente, es especialista en educación y desarrollo Infantil, con más de 40 años de experiencia en temas como inteligencia emocional, disciplina positiva y el papel de los valores como base para la educación.
De acuerdo con la Guía Práctica para la lactancia Materna en el lugar de trabajo del IMSS y Unicef, apoyar la lactancia materna en el ambiente corporativo puede disminuir entre un 30 y 70% el ausentismo laboral, debido a los beneficios que esta práctica tiene tanto en la salud del niño como de la madre. También disminuye notoriamente los permisos e incluso la rotación del personal.
Las licencias y posibilidad de horarios flexibles están contempladas en la Constitución Política, pero también en la Ley Federal del Trabajo. En el artículo 123 de la primera se contemplan 2 descansos extraordinarios por día, de media hora cada uno, para alimentar a los hijos o extraer leche materna. Por su parte, La Ley Federal del Trabajo contempla las mismas facilidades en el artículo 170.
Patricia de la Fuente, afirma que el reto también está en la educación de las propias mamás para concientizarlas sobre alternativas para continuar con la lactancia materna, al brindarles información sobre procedimientos para la extracción y conservación de la leche, así como la opción de llevarla a la guardería o centro de desarrollo Infantil para que sea suministrada a su hijo.
Añadió que, además de los múltiples beneficios que brinda la leche materna en términos de salud del niño, conservar este método de alimentación natural promueve la convivencia y comunicación entre madre e hijo, lo cual optimiza el vínculo y el apego entre ambos. “Si bien es cierto que en ocasiones la lactancia directa puede ser complicada durante el horario laboral, no debe descartarse el poderlo hacer complementariamente en horarios antes o después de dicha jornada, combinándolo con la lactancia diferida”, aclaró.
La Guía Práctica del Instituto Mexicano del Seguro Social contabiliza algunos casos de éxito de empresas que han sumado a este tipo de prácticas a su operación, las cuales han contribuido en un corto y mediano plazo a mejorar la productividad y en un largo plazo a cambiar las tendencias de salud pública en el país. Los casos más sobresalientes son los de Santander, Elektra, Posadas, P&G, Pfizer y LG.
Sitios de interés
- Servicios Educativos para el Desarrollo Infantil (SEDI) http://www.sedi.edu.mx/
