En correspondencia con su compromiso de desarrollar tratamientos innovadores para la atención de las enfermedades oculares que tienen impacto en millones de personas en todo el mundo, Novartis ejerció su opción de licencia sobre la proteína ECF843.

La ECF843 es una proteína recombinante de lubricina humana desarrollada originalmente por la farmacéutica Lubris LLC. La lubricina se produce de forma natural en el cuerpo y se adhiere a zonas donde se genera tensión y fricción, como la película lagrimal; en este caso se fija a los tejidos del área para proteger la superficie ocular.

La opción de licencia lograda por Novartis abre la posibilidad al desarrollo de tratamientos significativamente más efectivos contra el ojo seco, una condición que padecen 344 millones de personas a nivel global [1] y que se caracteriza por la deficiencia de lubricina.

“El alivio instantáneo de los síntomas del ojo seco mediante su atención oportuna es una necesidad médica no satisfecha y un factor relevante para el apego del paciente al tratamiento y su posterior éxito. En un estudio clínico de fase II2, la ECF843 demostró el potencial de proporcionar una mejora inmediata de los síntomas gracias a la lubricación de superficies oculares y lagrimales, con esultados en un lapso de 28 días. Los tratamientos prescritos actualmente pueden requerir de un tiempo mayor para lograr su total eficacia”, señala el Dr. Alejandro Navas, especialista en Oftalmología por la Universidad Panamericana, con subespecialidad en Córnea y Cirugía Refractiva por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Nos explica que el síndrome del ojo seco es una enfermedad de la superficie ocular y la película lagrimal que da lugar a síntomas tales como son:

• ardor
• comezón
• sensación arenosa
• abrasiva o de un cuerpo extraño en el ojo

También puede provocar enrojecimiento y pérdida de la agudeza visual, y si no se atiende oportunamente puede ocasionar lesiones severas en la superficie ocular.

Por lo general, este padecimiento se presenta en personas de edad avanzada —que por lo demás tienen buena salud— como consecuencia de cambios hormonales que hacen que los ojos produzcan menor lubricación. Otras causas comunes de resequedad ocular pueden ser ambientes de trabajo secos (por viento o aire acondicionado) o calurosos, exposición solar o al humo del cigarro, y consumo de ciertos medicamentos o alergias.

Si bien el escenario es optimista para las personas que padecen ojo seco, el mejor tratamiento sigue siendo la prevención: “Lograr una buena alimentación e higiene, usar protección solar, mantener revisiones periódicas con el especialista por lo menos una vez al año, tener un buen control de las enfermedades y llevar rutinas de cuidado diario de los ojos, son factores fundamentales para prevenir el desarrollo de patologías oculares —como el ojo seco, pero también cataratas, degeneración macular y glaucoma— que pueden desencadenar en ceguera”, comenta el Dr. Navas.

Referencias

1. Market Scope 2016 Dry Eye Products Report: A Global Market Analysis for 2015 to 2021.
2. The Ocular Surface, Vol. 15, Issue 1, p. 77–87.