Los pacientes con riesgo de sufrir trombosis venosa profunda (TVP) y embolia pulmonar (EP) ahora cuentan con una nueva alternativa de terapia anticoagulante que además de tratar a los padecimientos acuñados a la enfermedad tromboembólica venosa (ETV), la cual constituye una de las mayores causas de morbimortalidad en México [1], previene los episodios en pacientes recurrentes.
“La ETV es la oclusión de las venas por un trombo. Si éste es grande y se asienta en las venas profundas de las piernas (TVP) se pueden desprender fragmentos pequeños y obstruir el flujo sanguíneo en los pulmones ocasionando un embolismo pulmonar”. Así lo explicó el Dr. Francisco Olguín Sánchez, Gerente Médico del área Cardiovascular de Bristol-Myers Squibb, quien advirtió que los pacientes con una historia de trauma o cirugía ortopédica, trauma mayor o daño en médula espinal, tienen un riesgo alto para eventos tromboembólicos, ya sea TVP o EP, así como los pacientes sometidos a cirugía ortopédica mayor, por ejemplo reemplazo articular que tienen un riesgo de TVP entre el 50% y 80% con un riesgo de EP del 10% [2].
Según las guías de práctica clínica del American College of Chest Physicians Evidence, entre 10 y 40% de los pacientes hospitalizados desarrollan TVP, cifra que se eleva hasta más del 50% en pacientes de alto riesgo [3], mientras que la EP representa alrededor del 15% de las muertes intrahospitalarias en el mundo, además de que entre 20-25% de las EP producen muerte súbita y aproximadamente el 11% fallecen en la primera hora de iniciado el evento [4].
“La TVP y EP son trastornos graves pero prevenibles que con frecuencia no se diagnostican en su totalidad”, aseguró el Dr. Olguín. “Sin embargo, para algunas personas, la TVP y la EP pueden convertirse en afecciones crónicas y alrededor del 30% enfrentan riesgo de sufrir un nuevo episodio. De ahí la importancia de contar con avances médicos que permitan no sólo tratar los padecimientos, sino prevenir los episodios recurrentes”, declaró.
El medicamento fue aprobado en 2013 por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) como tratamiento para evitar los eventos vasculares cerebrales –comúnmente conocidos como embolias cerebrales– en pacientes con fibrilación auricular no valvular, y como preventivo en la formación y desprendimiento de coágulos en las piernas cuando los pacientes son sometidos a cirugía electiva de reemplazo de rodilla o de cadera.
“La oportunidad de contar con un tratamiento efectivo y seguro para los pacientes con fibrilación auricular no valvular, trombosis venosa profunda y embolismo pulmonar, ya está disponible en el sistema de salud privado de México y esperamos que esté disponible en el sector público en el futuro cercano, pues ya cuenta con la aprobación del Consejo de Salubridad General para formar parte de los cuadros básicos de medicamentos”, concluyó el Dr. Olguín.
Referencias
- Guía de Práctica Clínica Diagnóstico y Tratamiento de la Enfermedad Tromboembólica Venosa, México; Secretaría de Salud, 2010. Disponible en la página web de Internet: http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/437_GPC_Enf_troboembolica_venosa/GER_Enfermedad_tromboembxlica_venosa.pdf
- WH, et al. Prevention of venous thromboembolism: American College of Chest Physicians Evidence-Based Clinical Practice Guidelines (8th Edition). Chest 2008.
- Goldhaber S, et al. Acute pulmonary embolism: clinical outcomes in the International Cooperative Pulmonary Embolism Registry (ICOPER). The Lancet 1999.
- Beckman MG, et al. Venous thromboembolism: a public health concern. Am J Prev Med 2010.