La senadora Lorena Cuéllar Cisneros, propuso reformar la Ley General de Salud, con la finalidad de prohibir el uso de fertilizantes y pesticidas clasificados como peligrosos por su toxicidad y el daño que ocasionan a la salud de las personas.
Desde la tribuna, la legisladora explicó que se busca actualizar el marco jurídico para que contemple las normas y procedimientos internacionales, y evitar cualquier tipo de peligro que represente toxicidad por parte de los plaguicidas.
Asimismo, se pretende avanzar hacia una forma de producir alimentos más sostenibles a largo plazo, prohibir gradualmente el uso de plaguicidas persistentes y bioacumulables de cualquier composición química.
Mencionó que este tipo de sustancias han adquirido una importancia económica considerable, lo que ha derivado en su aplicación indiscriminada y sin control, ocasionando daños al ambiente como el deterioro de la flora y la fauna silvestres, contaminación de suelo, de mantos freáticos, aguas continentales y costeras.
Aunado a ello, agregó, ha tenido un impacto negativo en la salud humana que se manifiesta por intoxicaciones de grado diverso, los cuales pueden presentarse a mediano o largo plazo, tales como carcinogénesis, teratogénesis, esterilidad y mutagénesis, entre otros.
Desafortunadamente, dijo, las leyes con las que contamos no están actualizadas y dejan de ser suficientes para garantizar que los alimentos que la población mexicana consume a diario sean inocuos.
Refirió que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha demandado a México que mejore las normas nacionales relacionadas con el manejo de plaguicidas químicos, a fin de encarar los retos en materia de salud y medio ambiente.
Del mismo modo, le ha solicitado que se renueve el etiquetado de los pesticidas, en momentos en que se cumplen 30 años del código internacional de conducta para la distribución y utilización de estos productos.
Mencionó que de acuerdo con la FAO, el tamaño del mercado mundial de plaguicidas se ha duplicado en los recientes 15 años y supera los 50 mil millones de dólares.
Cuéllar Cisneros comentó que la población está expuesta a un “cóctel de plaguicidas”, a través de la comida que se consume a diario y los impactos en la salud son muy graves.
Por ejemplo, en niños expuestos a altos niveles de plaguicidas presentan un retraso en el desarrollo cognitivo, alteraciones en el comportamiento y malformaciones congénitas; además existe una fuerte correlación entre la exposición a plaguicidas y la incidencia de leucemia infantil, explicó.
Indicó que ciertos estudios han relacionado una mayor exposición a plaguicidas con un aumento en la incidencia de varios tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas.
Por ello, manifestó que se debe dar impulso al intercambio de información y la promoción de opciones agroecológicas en el control de plagas y enfermedades, así como reducir riesgos a la salud y medio ambiente, causados por el uso de plaguicidas altamente peligrosos.
“Como consumidores tenemos el poder de exigir transparencia en la forma de producción de nuestros alimentos y preferir aquellos provenientes de la agricultura ecológica, libre de plaguicidas y transgénicos, cuyas prácticas también favorecen el comercio justo”, puntualizó.
La iniciativa se remitió a las comisiones de Salud y de Estudios Legislativos para su análisis y dictamen correspondiente.