En México no existe un método o sistema específico que favorezca a la niñez en materia de trasplantes; en 2016, solo 13% de ellos se realizó a pacientes entre cero y 19 años, afirmó la diputada Alejandra Gutiérrez Campos.
Ante ello, la legisladora propone exhortar al Poder Ejecutivo Federal, a través de la Secretaría de Salud y del Centro Nacional de Trasplantes, a establecer criterios, políticas y procedimientos que prioricen la distribución y asignación de órganos de donadores fallecidos a niñas, niños, las y los adolescentes con necesidades de trasplante renal, con estricto apego a la normatividad vigente en la materia.El punto de acuerdo se turnó a la Segunda Comisión de la Permanente para su análisis.
De acuerdo con datos del Centro Nacional de Trasplantes, en 2016 se realizaron
- 397 trasplantes de riñón en pacientes de 0 a 19 años
- 265 provenían de donadores vivos
- 132 de donantes fallecidos
Lo que representa que solo 13% de trasplantes realizados fue en este grupo de edad.
La diputada destacó que uno de los criterios más importantes a nivel mundial es dar prioridad a niños que esperan un trasplante, debido a los efectos perjudiciales que tendrían sobre su crecimiento físico y cognitivo; sin embargo, México no tiene un método o sistema específico que favorezca a la niñez en materia de trasplantes.
Dijo que únicamente el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Trasplantes, artículo 40, señala que “para la distribución y asignación de órganos, tejidos y células de donadores que hayan perdido la vida menor a 18 años de edad, denominado pediátricos, en caso de que no exista urgencia de trasplante se dará preferencia a los receptores que sean menores de edad”.
Gutiérrez Campos resaltó que en 2015 el número total de pacientes con enfermedad renal crónica en fase terminal fue de 163,460; de ellos, 6,660 eran niños de 0 a 19 años.
Para 2016 se registró un total de 20,420 personas en espera de un trasplante, entre quienes 12,477 requieren de un cambio de riñón, el 61% del total de pacientes inscritos en el Registro Nacional de Trasplantes.
En contraste, en el mismo año solo se atendió al 23.8% de la demanda registrada de trasplante renal al realizarse únicamente 2,970, de los cuales 2,126 fueron con donador vivo y solo 844 con donadores fallecidos.
El trasplante, explicó, es una alternativa para mejorar la calidad de vida de los pacientes, en comparación con la diálisis y hemodiálisis, por lo que “a partir de la orientación normativa y los principios éticos internacionales se debe dar prioridad a la niñez en el acceso al trasplante”.
Dijo que instituciones internacionales de Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Austria, Bélgica, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, Eslovenia, Francia y España, dan prioridad a pacientes pediátricos en órganos provenientes de donadores fallecidos de hasta 40 años de edad.
Por ello, a partir de lo establecido en la Convención de los Derechos del Niño y la Constitución Política, se debe velar y cumplir el principio del interés superior de la niñez, guiar el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas públicas dirigidas a este sector de la población.
La enfermedad renal crónica es un problema que afecta a la niñez mexicana, ya que con esta enfermedad los infantes con frecuencia no crecen como sus genes se los permitirían en condiciones normales. “El ser más bajo de estatura compromete también su desarrollo cerebral y restringiría sus oportunidades en su vida adulta”, acotó.