Cada año en México mueren 90 mil personas por diabetes, lo que representa que 1 de cada 7 fallecimientos son a consecuencia de esta enfermedad, afirmó el Secretario de Salud, doctor José Narro Robles, quien convocó a los mexicanos a invertir en su salud a través de la adopción de hábitos saludables como la alimentación sana, actividad física y educación a niños y jóvenes.
Acompañado por la directora general de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, el titular de Salud inauguró la Reunión Técnica sobre Diabetes en las Américas, realizada en el marco de la celebración del Día Mundial de la Salud 2016 con el lema: “Apura el paso, gánale a la Diabetes”.Ante representantes de diferentes ministros de salud de la Región de las Américas, de directores estatales de promoción de la salud y representantes de organizaciones de la sociedad civil, Narro Robles subrayó la importancia de esta reunión, porque se requiere hacer conciencia de que la enfermedad es un tema prioritario y representa un gran desafío, para lo cual el país trabaja desde hace casi 3 años con la Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes. Se manifestó convencido de que sí se le puede ganar a la diabetes, pero para ello se requiere la participación de la sociedad, a través de políticas públicas que lleguen a la casa, a la escuela y a los sitios de trabajo.
Tenemos que centrar nuestro esfuerzo en convencer que la gran inversión que un ser humano puede hacer no es en una cuenta ni en la Bolsa de Valores, sino en su propia salud. “Ahí es donde se puede afectar positivamente a la población, y lo puede hacer ella misma con su participación activa”, reflexionó.
Este programa, expuso, reclama la participación de todos los actores de la sociedad. “Si somos capaces de movilizar a las población, no tendremos gente que no sepa que tiene diabetes, y que su primer diagnóstico se registre cuando llega a una sala de urgencias en estado de choque”.
El Secretario de Salud señaló que es necesario que las naciones de la región “hagan una un alto en el camino” para plantear dónde estamos, a fin de analizar lo que funciona y qué es lo que se debe modificar, en dónde se deben realizar más acciones y cómo se logrará apurar el paso y ganarle a la diabetes.
En su oportunidad, la directora de la OPS, Carissa F. Etienne, destacó el liderazgo mundial que tiene México en materia de prevención y control de la diabetes con acciones de salud pública, mejoramiento en la atención médica y el uso de políticas fiscales.
Resaltó la decisión de establecer el aumento de impuestos a las bebidas azucaradas, que han logrado reducir el consumo de refrescos en 6% en un solo año, lo que coloca a México como líder mundial en esta materia.
Informó que esta política fiscal ya ha sido replicada en naciones como Barbados y Dominica, e invitó al resto de los países de región a crear impuestos a las bebidas azucaradas.
Para apoyar esta recomendación, comentó, la OPS documentó la experiencia mexicana, a fin de que se conozca a fondo en esta reunión y se analice la posibilidad de que más naciones la adopten.
La directora general de la OPS mencionó que con el tema de la diabetes en el Día Mundial de la Salud 2016 se busca intensificar las acciones de salud pública para prevenir la enfermedad y sus complicaciones; mejorar el diagnóstico y control, así como proporcionar cuidados y acceso al tratamiento a todas las personas que lo necesiten.
Carissa Etienne concretó: la diabetes y sus inconvenientes causan discapacidad, gastos catastróficos, empobrecimiento y quitan años de vida. Las estadísticas son conocidas y alarmantes. En promedio 1 de cada 10 personas tiene diabetes en las Américas.
Informó que la prevalencia de este padecimiento en la Región de las Américas ha crecido en forma acelerada. El número de personas afectadas se ha triplicado en poco más de 30 años.
Es así como hemos pasado de alrededor de 18 millones de personas con diabetes en 1980, a 62 millones en el 2014. Si se mantiene la tendencia actual habrá más de 100 millones de personas con esta enfermedad para el 2040.
Se trata, advirtió, de una epidemia con efectos devastadores tanto para la calidad de vida de las personas afectadas y de sus familias, pero también para las economías de los países y los sistemas de salud.
Finalmente, abundó, tan solo en 2014 los países de la región gastaron más de 380 mil millones de dólares en cuidados asociados a la diabetes. “Si no actuamos hoy la sostenibilidad de los sistemas de salud se verá cada vez más afectada”.