Un estudio reciente dirigido por Albeir Mousa, profesor de la Escuela de Medicina de la West Virginia University School of Medicine (Universidad de Virginia Occidental), sugiere que la telemedicina puede mejorar la satisfacción de estos pacientes con su cuidado postoperatorio y su calidad de vida. Sus resultados han sido aceptados para su publicación en The Annals of Vascular Surgery.
La enfermedad cardiovascular está presente en Appalachia, sin embargo, muchos apalaches viven lejos de cualquier especialista cardíaco y vascular. Las visitas al médico de seguimiento en las semanas posteriores a la cirugía cardiovascular pueden implicar horas de conducción en carreteras estrechas y sinuosas.
Los 30 participantes en el estudio de Mousa se estaban recuperando de una cirugía vascular. En cada caso, el cirujano hizo una incisión en la ingle del paciente para acceder a las arterias que necesitaban reconstrucción o reencaminamiento. El enfoque del estudio fue si las incisiones se curaron sin complicaciones.
16 pacientes recibieron dispositivos móviles con Enform, una aplicación de telemedicina desarrollada por TeleMed 2020 Inc., que facilitó la comunicación con las enfermeras que administran su atención. Como parte de un equipo de monitoreo en el hogar, las y los pacientes también recibieron:
- termómetros
- brazaletes de presión arterial
- básculas
- dispositivos para medir los niveles de saturación de oxígeno en la sangre
Cada día, las y los pacientes que habían sido dados de alta del hospital:
- Se pesaron
- Tomaron su temperatura
- Midieron su pulso y presión arterial
- Determinaron sus niveles de oxígeno en la sangre usando la aplicación Enform.
- Completaron una prueba de seguimiento de síntomas y bienestar que incluía preguntas como “¿Cómo está tu dolor hoy?“
- Cada semana respondieron también preguntas de satisfacción y bienestar emocional.
Estos datos, junto con las fotos de los sitios de incisión quirúrgica que las y los pacientes capturaron con la aplicación, se pusieron a disposición del equipo de atención al paciente.
Los gerentes de atención, a su vez, ingresaron diariamente en la plataforma de telemedicina para revisar la información que los pacientes habían enviado desde sus hogares. Los gerentes de atención recibieron notificaciones de anomalías, como picos de presión sanguínea y fiebre. En función de la información que reunieron, los gerentes de atención intervinieron, respondieron las preguntas de los pacientes sobre los síntomas o la atención de heridas, solicitaron recetas, programaron citas con médicos y modificaron los planes de atención según las consultas con el director médico.
Mientras tanto, los otros 14 participantes recibieron un tratamiento estándar. No recibieron ningún equipo de monitoreo, tableta o aplicación de telemedicina.
Después de 30 días, las y los investigadores hicieron varias comparaciones entre los 2 grupos. Por ejemplo:
- ¿Las infecciones de la herida eran más comunes en un grupo que en el otro?
- ¿Un grupo requirió más reingresos hospitalarios?
- ¿Cómo calificaron los miembros de cada grupo su propio bienestar?
- ¿Estaban contentos con el cuidado postoperatorio que recibieron?
Las tasas de reingreso hospitalario e infección de la herida no difirieron significativamente entre los grupos. Las y los investigadores atribuyen este hecho al tamaño pequeño de la muestra del estudio. Pero los pacientes en el grupo de telemedicina obtuvieron mejores puntajes en las medidas de su función física, salud mental y limitaciones de roles debido a problemas de salud física. Además, a la gran mayoría de los pacientes que utilizaron la aplicación les resultó intuitivo usarlo. Midiéndolo con una escala de 5 puntos para determinar la facilidad de uso, el 91% de las y los pacientes le dio una puntuación de 4 o 5. Un porcentaje similar de pacientes dijo que la aplicación enriqueció la calidad de la atención que recibieron.
Del mismo modo, las puntuaciones de los pacientes de telemedicina en las evaluaciones de la calidad de vida aumentaron de manera más dramática entre el principio y el final del estudio.
Las y los pacientes asignados al grupo de telemedicina vivían un promedio de 60 millas de su centro de atención vascular. Casi un tercio de ellos vivía a más de 77 millas de distancia y tuvo que conducir de 2 a 3 horas para llegar allí.
“La telemedicina ahorraría muchos dolores de cabeza en Appalachia, en áreas donde las personas ni siquiera tienen dinero para subir al automóvil para llegar al hospital“, dijo Mousa, quien enseña cirugía en el Campus de Charleston de WVU Health Sciences.
El prevé que, un día, las y los pacientes podrán descargar una aplicación de teléfono celular que proporcione estos servicios de telemedicina. De esa manera, ni siquiera necesitarán un dispositivo móvil como una tableta. “Cada hogar tiene al menos un teléfono celular, y lo más probable es que sea un teléfono inteligente“.
“Usted está recibiendo el mismo servicio“, dijo, “pero con una molestia menor para el paciente y el médico“[.]
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